El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín, celebró en una reciente asamblea de la COCC una respuesta que recibió del nuevo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, a un mensaje que le fuera enviado tras su designación.
En medio de una extensa nota publicada por la página oficial de la Iglesia Católica cubana, sus máximos representantes mencionan de pasada este hecho sin hacer más precisiones del contenido de uno y otro mensaje.
"Como complemento a sus palabras —y como algo propio de su servicio como Presidente— Mons. Aranguren informó del mensaje enviado al Ing. Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al inicio de su nueva función como Presidente y, a su vez, de la respuesta recibida", señala el resumen de la reunión que se realizó del 28 al 30 de mayo.
El texto añade que Aranguren compartió también "varios de los mensajes de cercanía y profunda solidaridad recibidos con ocasión del accidente aéreo y sus tristes consecuencias con la muerte de 112 viajeros y tripulantes (cerca de 75 de la Diócesis de Holguín)".
Tan superficialmente como hizo con los mensajes al sustituto de Raúl Castro, la Conferencia de Obispos Católicos "compartió una rápida valoración de la vivencia de episcopados de Iglesias Hermanas, con las cuales nos unen estrechos lazos en el caminar eclesial y con quienes se mantiene una cercana comunicación".
Entre ellas se refirió a "Nicaragua (la Conferencia Episcopal preside la Mesa de Diálogo), Venezuela (proceso eleccionario)", pero no emitió ninguna consideración sobre el relevante papel que han tenido en las actuales crisis que atraviesan estos países.
En ambos la Iglesia Católica ha cuestionado sin reservas las actuaciones de los gobiernos de Daniel Ortega y Nicolás Maduro.
Sobre el "recuento puntual de las tres últimas décadas de la vivencia de la Iglesia en Cuba, partiendo del Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) hasta la actualidad", la nota tampoco ofrece mayores detalles, más allá de "las acciones de misericordia en el campo caritativo, asistencial, educativo, de consuelo y otros".
A la Asamblea Extraordinaria asistieron, además de los obispos católicos cubanos, Giorgio Lingua, Nuncio Apostólico; Roberto González, arzobispo de San Juan (Puerto Rico); Tomás Wensky, arzobispo de Miami y Octavio Cisneros, obispo auxiliar de Brooklyn (de origen cubano).
También estuvo presente el Cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo emérito de La Habana, quien "impuso sus manos sobre el nuevo obispo de Guantánamo-Baracoa, Silvano Pedroso Montalvo, de acuerdo al Ritual de la Ordenación Episcopal".