En horas de la madrugada del domingo 3 de junio se produjo un incendio en el Complejo Cultural Almacén San José, perteneciente a la Oficina del Historiador de La Habana. El siniestro destruyó alrededor de 18 estands y no se reportan víctimas humanas.
El complejo, sito en la calle Desamparados, del municipio capitalino La Habana Vieja, tiene un área ligeramente superior a la de una cancha de futbol y es uno de los destinos más frecuentado por los turistas de cruceros, especialmente estadounidenses.
Durante la mañana del domingo, peritos de la Dirección de Criminalística del Ministerio del Interior (MININT) trabajaban en el lugar, mientras la administración del complejo informaba a los usuarios "que éste permanecerá cerrado hasta nuevo aviso".
La administración ordenó además que solo podían permanecer en las afueras los cuentapropistas afectados, según relación comunicada a los presentes. El resto fue conminado a abandonar el área, puesto que la aglomeración de personas comenzó a llamar la atención de los turistas que merodeaban y tomaban fotos y vídeos de la multitud.
"A las 12:30 AM pasé cerca del almacén y todo estaba en orden", dijo una empleada de un establecimiento gastronómico vecino, por lo que el incendio habría empezado después de esa hora.
Otras fuentes dijeron que el fuego se habría desatado en la zona donde está la parrillada (sector sur del inmueble) y luego se expandió hacia los 18 estands destruidos por las llamas. Una treintena de cubículos más sufrieron cuantiosos daños a causa de los chorros de agua lanzados por los bomberos. Vale aclarar que el material empleado para las divisiones interiores es el carton-tabla, altamente combustible.
Se ignora la causa del siniestro. En Cuba el 75% de los incendios son ocasionados por cortocircuitos.
El Almacén San José no cuenta con guardias nocturnos del Cuerpo de Vigilancia y Protección (CVP) desde hace más de dos años, consecuencia de que varios de estos empleados fueron sorprendidos robando durante sus turnos de trabajo. Pero el inmueble posee un circuito cerrado de vigilancia y se espera que los vídeos arrojen luz sobre el origen del fuego.
Cuentapropistas consultados aseveran que la Dirección General Contra Incendios del MININT (DGCI) hace revisiones periódicas, pero son muy superficiales. Las cargas eléctricas han aumentado en correspondencia con la sobrepoblación de estands, muchos de los cuales han sido vendidos a sobreprecio por parte de administraciones corruptas que transitaron por el complejo.
En el almacén hay cerca de 600 estands para cuentapropistas y artistas plásticos quienes pagan por un cubículo para comercializar sus producciones 2.250 pesos cubanos mensuales (94CUC), que al año ascienden a 1.128 CUC per cápita.
El guarismo recaudado por el complejo ronda los 70.000 CUC mensuales. Sin embargo, los usuarios no tienen derecho a formular reclamaciones por daños y perjuicios, según las condiciones contractuales impuestas por la inmobiliaria Fenix S.A., perteneciente al consorcio militar GAESA.
En el complejo también se han suscitado hechos de corrupción por parte de la Dirección Integral de Supervisión (DIS), cuyos inspectores han extorsionado a numerosos cuentapropistas. Pero las denuncias han sido desatendidas por las autoridades competentes.
La instalación sufre filtraciones y los usuarios han alertado sobre la posibilidad de shocks eléctricos, puesto que las áreas de circulación han estado anegadas durante la ocurrencia de lluvias torrenciales, peligro al que también se exponen los turistas interesados en las producciones artesanales ofertadas en este Complejo Cultural.
Hasta la redacción de esta nota, la prensa oficial no había hecho comentarios sobre el siniestro.