La "paladar" de Andrés, un concurrido restaurante particular de San Germán, Holguín, lleva tres meses cerrado, y su dueño detenido bajo investigación y sin cargos. Era el único local privado de esas características que quedaba en el pueblo, donde llegaron a abrir cuatro.
Ahora, las opciones para la localidad, de unos 50.000 habitantes, son una pequeña caferería particular y el restaurante estatal El Oriental, objeto de una reciente y costosa remodelación.
El cierre del local de Andrés fue acompañado de un aparatoso registro. El incidente, que muchos pobladores observaron, es aún un tema sensible en San Germán.
"Yo nunca imaginé que en Cuba sucedieran cosas tan feas como estas. Cerraron la calle de Andrés al tránsito. Vino un camión militar del que bajaron hombres vestidos de verde, con boinas negras y armados", comentó Juanita, quien fue testigo del operativo junto con otras personas que estaban fuera de la farmacia, a una distancia de 50 metros del restaurante.
Algunos vecinos se preguntan qué buscaban las autoridades en casa de Andrés como para semejante despliegue con brigada especial incluida.
"Al frente de la casa parquearon un camión para subir una nevera y otros tarecos, como un aparato de aire acondicionado que hacía tiempo no funcionaba", afirmó un residente. "Aquí acostumbran a venir por una cosa y cogerte otra, y pagas igual".
Como si fuese una lección para los que miraban, el registro duró cuatro horas e incluyó el decomiso de mercancías.
Andrés está preso desde entonces y su hijo y su esposa aún no saben qué delito le van a imputar. Solo conocen que permanece recluido en la cárcel provisional de Holguín, y muchas personas se les acercan preocupadas por lo que pueda pasar.
A la "paladar" de Andrés "le llegó su turno", dijo un jubilado del sector de la economía para quien las autoridades del municipio no miraban con buenos ojos el restaurante privado.
Al estatal El Oriental "lo dejaron muy bonito, pero no funciona igual que una 'paladar'", a pesar que tiene menores precios, señalaron clientes.
"La atención en estos lugares estatales no es igual que en una 'paladar'", confirmó Lourdes, a quien en varias ocasiones su esposo ha llevado a comer junto a sus hijos en el mencionado lugar.
"Cuando me senté y me sirvieron la comida, la carne tenía mal olor, reclamé y logré que la cambiaran, pero no sancionaron a nadie por prestar un mal servicio", contó por su parte Rolando.
"Tampoco existe platos variados, como el pescado y la carne de res", añadió.
Otra de las diferencias es el horario. Los locales del Estado abren a las 10:00AM y cierran a las 10:00PM, pero la "paladar" funcionaba las 24 horas y, para fin de año, en la cafetería del Estado no había cerveza y Andrés tenía siempre en su "almacén".
Muchos dudan que el local de Andrés vuelva a abrir. Desean a la familia que sea liberado por falta de pruebas, pero sospechan que será sancionado.