El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cree que Cuba está "avanzando hacia la democracia", aunque matiza que tiene "diferencias de fondo" con el Gobierno de la Isla.
Santos, quien dejará el poder en agosto próximo, concedió una entrevista al canal Univisión 23, de Miami, en el que agradeció el papel del Gobierno de Raúl Castro como anfitrión de las negociaciones de paz con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Mientras, medios de prensa colombianos se referían a la posibilidad de que la Isla acoja también el paralizado diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"Con Cuba hay diferencias de fondo en lo ideológico, yo no soy un comunista, pero trabajamos por la paz y tengo que reconocer que Cuba ayudó muchísimo para conseguirla", dijo Santos recordando las negociaciones con las FARC, hoy partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Interrogado sobre el carácter dictatorial del régimen cubano, Santos dijo que su Gobierno ha querido ser respetuoso con La Habana y no meterse en los asuntos internos de la Isla.
"Eso es un principio de América Latina, no se meta en mis asuntos y yo no me meto en los suyos", afirmó, según Univisión.
Reconoció que el de Cuba ha sido "un régimen dictatorial" bajo el Gobierno de los Castro. "Pero han venido avanzando hacia la democracia, nos gustaría que avanzaran más rápido. Pero están haciendo esa transición y ojalá continúe", opinó refiriéndose, al parecer, al traspaso a Miguel Díaz-Canel de cargo de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Este viernes, medios de prensa colombianos se referían a la posibilidad de que la Isla acoja el reinicio del diálogo de Bogotá con el ELN.
Una fuente cercana a las negociaciones, citada por el diario El Colombiano, dijo que Cuba es "la primera opción de sede" para el Gobierno de Santos.
El Gobierno de Ecuador anunció este mes que dejaba de ser garante y sede de esas negociaciones hasta que el ELN cesara sus "actividades terroristas".
La fuente citada por El Colombiano dijo que Bogotá ha descartado otros países que se han ofrecido a acoger las negociaciones, como Venezuela y Brasil.
En el primer caso, por la grave crisis política que atraviesa esa nación, criticada abiertamente por Santos. En el segundo, por temores a que la polarización de la sociedad brasileña impida un ambiente tranquilo para las conversaciones.
El Gobierno colombiano también habría descartado a Alemania y Noruega por la lejanía geográfica. Mientras, en el caso de Chile, tendría en consideración que la política migratoria de ese país imposibilitaría la presencia de muchos participantes.
"Chile impidió el ingreso en 2017 de 2.320 extranjeros porque habían sido condenados, estaban procesados por delitos comunes o eran prófugos por delitos no políticos, porque su ley migratoria así lo establece. Esto no sería problema para los negociadores del ELN, ya que con alguna solución diplomática se garantizaría su permanencia en ese país, pero haría que muchas personas que han sido alguna vez acusados de porte ilegal de armas, narcotráfico, homicidio, terrorismo, secuestro u otros delitos de alguna manera relacionados con el conflicto armado no puedan participar de la mesa de diálogos", dijo la fuente.
El país con más opciones sería Cuba, concluyó.
El analista Luis Eduardo Celis, citado por el periódico colombiano, dijo que La Habana cumple con los requisitos para recibir a los negociadores de ambas partes.
"Tiene gran profesionalismo y experiencia diplomática, cuenta con la confianza de las dos partes, es un lugar seguro y es de fácil acceso", opinó.
Mientras aparece una nueva sede, el Gobierno y el ELN continúan sus enfrentamientos. El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, informó el jueves del asesinato de dos soldados en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, y lo atribuyó a la Comisión Camilo Cienfuegos, de la guerrilla.
Villegas dijo que miembros del ELN "dispararon contra los uniformados mientras se desplazaban en un vehículo", reportó EFE.
Por otra parte, este viernes, Villegas aseguró que las fuerzas armadas liquidaron o capturaron a 11 "blancos de alto valor" que operaban con distintas organizaciones criminales en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
A comienzos de semana, el Gobierno colombiano dijo que cerca de 12.000 militares estaban desplegados en el Catatumbo, cuyos habitantes estaban atrapados en los enfrentamientos entre el ELN y el Ejército Popular de Liberación (EPL) por el control de las rutas del narcotráfico.
Villegas dijo que en la zona confluyen el narcotráfico, los cultivos ilícitos y tienen presencia grupos como el "Clan del Golfo", la mayor banda criminal del país.
También están disidentes de las FARC y los Pelusos, a los que el Gobierno considera una banda de narcotraficantes y criminales.
Villegas dijo que en la operación en el Catatumbo, llamada Esparta, han sido capturados 168 miembros del ELN.
"También han sido incautadas 35 armas de fuego largas, unas cinco toneladas de cocaína que pertenecían al ELN y los Pelusos, 16 laboratorios destruidos y se han desmontado 86 válvulas ilegales que estaban montadas sobre el oleoducto Caño Limón Coveñas", detalló.