Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD):
La designación de Miguel Díaz-Canel como sustituto de Raúl Castro es "un cambio del sentido administrativo aunque no político del hacer gubernamental dentro de Cuba", provocada por "el inexorable deterioro en el espacio físico producido por el paso del tiempo, las fórmulas aplicadas en los últimos 12 años (…) la pérdida de las expectativas y la confianza de una parte cada vez mayor de la población cubana en la gestión de Gobierno y la apatía o disidencia social cada vez más acentuada de otra parte".
"Se requieren grandes cambios políticos, sociales y económicos y esos no consideramos se encuentren en la agenda ya escrita de la recién estrenada administración cubana, que en el entender de no pocos no tendrá un peso específico en el orden político nacional".
"(…) La presente coyuntura supone un trabajo más profesional y encaminado a conseguir el país y el estado que necesitamos y requerimos, también el que estemos dispuestos a construir, desde la composición multidiversa, rica y compleja de actores que existen y puedan surgir, así como de una población consciente del papel y el rol protagónico que tiene como transformadora de su presente y futuro próximos".
Archivo Cuba, Asociación Damas de Blanco, Cubalex, Fundación para los Derechos Humanos en Cuba y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos:
"La selección hecha por Raúl Castro del Sr. Miguel Díaz-Canel para que lo reemplace en uno de los cargos que ostenta —por cierto, no el más importante— no significa un traspaso de poder real ni el inicio de una transición democrática. Este enroque entre el poder real y el nominal ya ocurrió antes cuando Fidel Castro mandaba en el país y el Presidente Osvaldo Dorticós Torrado le servía de fachada. El que ahora, ante la decrepitud del general Castro, sea una minúscula élite de poder la que emplee a Díaz-Canel en una tarea similar no altera la esencia de esa maniobra.
Concederle un compás de espera con crédito anticipado a sus buenas intenciones equivaldría a desconocer que el beneficiario no sería otro que el mismo régimen que lo usa de muñeco de paja en una nueva ofensiva mediática para enfrentar una situación crítica interna e internacional.
Es imprescindible que los ciudadanos cubanos puedan gozar sin más demoras o falsas promesas del libre ejercicio de todos sus derechos individuales y colectivos, incluyendo la libre asociación y expresión, la propiedad privada y demás derechos económicos, la libertad de prensa y medios de comunicación e información libres, la independencia del poder judicial, y el derecho a la libre determinación, estrechamente vinculado al derecho de todo ciudadano a participar en la dirección de los asuntos públicos en todos los niveles.
Por ello no cejaremos en nuestra exigencia de que se respeten los derechos de todos los cubanos e instaremos decididamente a la comunidad internacional a que no sucumba a un trueque de espejismos y expectativas, como pasó con Raúl Castro, a cambio de concesiones unilaterales y poca exigencia de cambio.
Los pasos que el Sr. Díaz-Canel o cualquier otro emprenda en favor de las justas demandas de derechos de los cubanos, recibirán puntualmente nuestro apoyo, pero no debe entregársele un crédito político aun inmerecido.
Jorge Luis García Pérez "Antúnez", exprisionero político:
"Para el frente de la Resistencia el régimen en Cuba seguirá llamándose tiranía castrista, no canelista, pues no vamos a caer en la peligrosa ingenuidad de creer que será Díaz-Canel y no Raúl Castro quien seguirá llevando el timón de la dictadura y que en manos de la familia Castro se encuentran la influencia, los recursos económicos y financieros que sostienen la maquinaria represiva.
Para la Resistencia nada representa Díaz-Canel, Valdés Mesa ni ninguno de esos papagayos y títeres que conforman ese sumiso teatro nombrado Asamblea Nacional del Poder Popular. Nuestros nombres, nuestros héroes si tienen nombre y representan el sentir de un pueblo (…)".
Lincoln Diaz-Balart, excongresista de EEUU:
"Increíble como los medios dan importancia al criado de los Castro Díaz-Canel. ¿No recuerdan que Dorticós fue "presidente" hasta 1976?"
Rosa María Payá, líder de JuventudLac y CubaDecide:
"El totalitarismo es unanimidad. La dictadura intenta disfrazar su despotismo designando herederos, pero, como dice la Palabra: 'por sus frutos los conocerán'. Desde ayer gran parte de la oposición en Cuba permanece sitiada por la policía política".
Antonio Díaz Sánchez, secretario general del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL):
La continuidad del modelo está asegurada y "ratifica un sistema impuesto en Cuba desde hace 60 años sin que sus ciudadanos hayan sido consultados", dijo a EFE.
Un factor ineludible para iniciar un "proceso de transición democrática" es el cambio de la ley electoral en la Isla, un paso previo presentado a la Asamblea Nacional a través del denominado "Proyecto Varela" que solo acarreó el arresto y prisión del coordinador del MCL, Eduardo Cardet.
Mientras no se produzca un cambio de ley electoral, algo que viene reclamando esta organización mediante la campaña "Un cubano, un voto", todo el proceso de comisión de candidaturas y elección presidencial no es más que un "fraude electoral, un embuste".
"Esa es la esencia del fraude y la farsa que se ha realizado para colocar un sucesor (a Raúl Castro) que sostenga la continuidad del régimen".
Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano:
Es "más bien la continuación de una pesadilla", que supone "más de lo mismo para el pueblo cubano", es decir, "más pobreza, ausencia de libertades y más represión y presos políticos".
Gutiérrez catalogó de "simulación y circo" el proceso de relevo al frente del Gobierno, en un "momento crítico para la nación (cubana)".
La única fórmula de gobierno, "para sacar adelante" al país, es la que se sustenta en la "devolución de las libertades y derechos y la convocatoria de elecciones libres multipartidistas".
Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia:
La ratificación de Díaz-Canel significa que "desgraciadamente el 'dedazo' impuesto por Raúl Castro se ha consumado".
Los países democráticos deben "desconocer" a Díaz-Canel como presidente cubano hasta que no haya un "compromiso" del Gobierno a "realizar un plebiscito vinculante y consultar con los ciudadanos el tipo de sistema de gobierno que quieren".
Se trata de "continuismo del sistema", una "burla y farsa que no engaña a nadie".
Sylvia Iriondo, del movimiento MAR (Madres y Mujeres Anti-Represión) por Cuba:
La sucesión de Díaz-Canel al frente del Gobierno, tal como decidió Castro, no ha sido más que "una puesta en escena", una jugada política del régimen para que "se proyecte que hay algún cambio, cuando todo sigue igual"
Habla de "doble moral" que se exhibe en muchos países al "llamar presidente a quien es un dictador".