Aunque al Gobierno le llueven críticas por la situación en que viven muchas personas con discapacidad en Cuba, las irrisorias ayudas para las familias que las atienden y la falta de condiciones de accesibilidad en espacios públicos, el general Raúl Castro ha elegido el que debe ser uno de sus últimos días en la Presidencia para hacer uno de sus actos más demagógicos: asistir a una celebración colectiva de adolescentes con necesidades especiales que cumplían 15 años.
La web oficial Cubadebate se encargó de edulcorar la crónica: "Y si esa noche sucede en un lugar extraordinario, entonces las emociones llegan a límites inimaginables", escribió la periodista Yaima Puig para resaltar la asistencia del general a la fiesta de 22 adolescentes de la escuela Solidaridad con Panamá.
"Algunos en sillas de ruedas, otros caminando, llegaron a la pista de baile con sus parejas. Vestían de blanco impecable y llevaban la alegría dibujada en el rostro. Mientras, por el altavoz se escuchaba el nombre de cada uno y el de sus padres, sus canciones preferidas, el perfume que usan, la comida que adoran, la música que escuchan, el signo del zodiaco y el nombre de sus amores hasta entonces secreto", relató Puig.
"Desde un costado de la pista Raúl hizo suya la alegría de estos jóvenes y de sus familias. Se le veía la felicidad y así se los hizo saber al terminar la danza", añadió la periodista.
Según Puig, Raúl Castro dijo estar "muy emocionado". Recordó que la escuela fue fundada por su difundo hermano Fidel en 1989.
"Por escuelas como estas estamos dispuestos a darlo todo", dijo el general. "Yo creo que es una de las obras más hermosas, más bonitas y más justas de la Revolución", añadió ante padres, familiares, y trabajadores de la escuela para niños con limitaciones físico-motoras.
Luego se hizo fotos con los niños y les prometió regresar.
Si cumple su promesa, el general debe dejar la Presidencia el próximo 19 de abril, aunque seguirá siendo primer secretario del Partido Comunista, organización a la cual la Constitución castrista concede el poder sobre todos los poderes del Estado.
A finales de 2017, Raúl Castro consiguió alargar dos meses su salida de la cabeza del Gobierno, prevista inicialmente para febrero pasado, escudándose en los estragos dejados en Cuba por el huracán Irma.
Sin embargo, se le ha visto poco en asuntos relacionados con la devastación y mucho visitando empresas en manos de los militares, junto a funcionarios como su primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, a quien los pronósticos señalan como más probable sucesor en la Presidencia.
Ni antes ni después de alargar su estancia en el poder se había visto a Raúl Castro visitando escuelas, mucho menos de niños con necesidades especiales.