Incapaz de reducir su elevado número de accidentes mortales en las carreteras cubanas, una de las primeras causas de muerte en la Isla, el Gobierno de Raúl Castro ha recurrido a un programa de educación vial organizado y financiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la compañía canadiense Sherritt.
La iniciativa durará tres años y contará con un fondo de 200.000 dólares donados por Sherritt, destinados sobre todo a la prevención de lesiones en niños, niñas y adolescentes por accidentes, la principal causa de muerte de los cubanos de entre cinco y 19 años de edad, reporta EFE.
En coordinación con la estatal Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV), el proyecto se aplicará en las provincias cubanas de Matanzas y Holguín, donde opera la compañía canadiense y viven 408.747 menores de 19 años.
El programa ampliará la labor de UNICEF, que trabaja desde hace una década con instituciones estatales cubanas para prevenir lesiones no intencionales.
Este anuncio se produce en un momento en el que han aumentado de manera alarmante los accidentes mortales de tráfico en la Isla.
Más de 20 muertos y 250 heridos ha sido el saldo de los siniestros reportados en lo que va de año por la prensa oficial cubana, que ha publicado exigido agilidad en la reparación de las vías, para evitar que continúen siendo "cementerios sobre el asfalto".
En la mayoría de los accidentes estuvieron involucrados menores de edad.
En el más reciente suceso reportado, ocurrido este martes en la Carretera Central, hubo seis menores de 18 años heridos.
Las acciones del programa educativo conjunto entre UNICEF, Sherritt y Cuba incluirán la creación de parques temáticos en las escuelas y actividades que promuevan la cultura vial y la inclusión en ellas de los padres y la comunidad.
"Un propósito esencial es ayudar a garantizar entornos más seguros para los niños, niñas y adolescentes", indicó la representante de UNICEF en la Isla, María Machicado.
Por su parte, el director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sherritt, Mark Sitter, destacó la "responsabilidad social" de la compañía, con 25 años de presencia en Cuba.
"Como aliado del pueblo cubano, nos sentidos orgullosos de contribuir al desarrollo económico del país, pero también al social y sostenible a través de inversiones comunitarias y otras iniciativas. Como empresa industrial, la seguridad de la fuerza de trabajo y la comunidad es una prioridad", aseguró Sitter.
Sherritt está entre los principales inversionistas extranjeros directos en el país caribeño, sobre todo en el sector de la minería y la energía, donde emplea a unos 2.500 cubanos.
Los accidentes de tráfico están considerados como la quinta causa de muerte en la Isla.
Solo en la primera mitad de 2017 se produjeron en el país caribeño 1.070 sucesos de este tipo, con un saldo de 314 fallecidos y 3.478 lesionados, lo que representa un promedio diario de 31 accidentes de tráfico, según los últimos datos oficiales disponibles.
Las principales causas están relacionadas con la falta de atención del conductor, el incumplimiento del derecho de vía y el exceso de velocidad, pero también influye el mal estado de las carreteras y el envejecido parque automotor del país caribeño, donde transitan autos con más de 50 años de antigüedad.