Los legisladores conservadores estadounidenses han aprovechado el episodio de los misteriosos ataques sónicos a diplomáticos de Washington en La Habana para cambiar la política hacia la Isla, criticó la embajadora Vicki Huddleston en una entrevista con el columnista Moisés Naím, del diario español El País.
Huddleston ha estado vinculada durante 25 años a la diplomacia estadounidense hacia Cuba. Durante los gobiernos de Bill Clinton, George Bush y Gorge W. Bush cumplió diferentes roles, entre ellos el de jefa de la antigua Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
"No estoy segura de tal ataque haya existido", dijo Huddleston a Naím sobre los episodios sin aclarar que llevaron a la Administración de Donald Trump a retirar la mayor parte de su personal en la Isla, lo que significó el cierre de facto de la embajada.
"Mi teoría es que se trató de un problema con dispositivos de audio. Pero Marco Rubio, y cubanoamericanos conservadores usan esto para modificar las políticas de Estados Unidos", agregó.
"Esencialmente se cerró la embajada de Estados Unidos en La Habana. Hay un personal mínimo que no puede siquiera reportar lo que ocurre en el país en medio de la importante transición que se está viviendo", criticó Huddleston.
"Los rusos y los chinos están expandiendo sus intereses en Cuba, mientras nosotros tomamos medidas en contra de nuestros intereses y en contra de los intereses del pueblo cubano", consideró.
En febrero pasado, Huddleston dijo al canal de televisión WPLG Local10 que, si bien creía que los funcionarios cubanos desconocían la causa de los ataques que afectaron la salud de más de una veintena de diplomáticos estadounidenses, pensaba que el Ejército de la Isla muy probablemente estaba al tanto de lo que en realidad había ocurrido.
La embajadora acaba de publicar el libro Nuestra mujer en La Habana, en el que recopila sus experiencias y las anécdotas más insólitas de su misión en la Isla. Entre ellas está su primer encuentro con Fidel Castro durante una recepción con el personal diplomático acreditado en Cuba.
Con su machismo habitual, el dictador le preguntó: "¿y usted quién es? ¿La esposa de alguien?".
"No pensé que [el régimen cubano] llegaría a 2018, pero nosotros [Estados Unidos] los hemos ayudado", opinó Huddleston en su conversación con Naím. "El embargo ha dificultado que lleguen a Cuba radios, televisores, internet y eso ha permitido al Gobierno cubano controlar el acceso a la información de sus ciudadanos", argumentó.
"De hecho una las mayores confrontaciones que tuve con Fidel fue con respecto a la distribución de pequeños radios AM/FM a activistas de derechos humanos", aseguró.
"Ya van 50 años de una política punitiva que no ha funcionado. Si queremos derechos humanos en Cuba, la solución es la apertura económica, darle una oportunidad a los cubanos de tener algo de dinero para que puedan alcanzar su potencial", defendió Huddleston.
La diplomática llegó a Cuba en 1999, enviada por Bill Clinton y poco antes de que el caso del balserito Elián González desatara, en el año 2000, otro episodio de confrontación entre La Habana y Washington.
El pequeño Elián González fue hallado flotando cerca en las costas de Florida luego de un naufragio en el que murió su madre intentando llegar a Miami.
"De inmediato se convirtió en una gran batalla. El padre de Elián lo quería de vuelta en Cuba y yo sugerí que, de acuerdo con la legislación internacional, debíamos enviarlo de vuelta", aseguró la embajadora.
A su juicio, Clinton "cometió uno de los mayores errores de su Gobierno al dejar que fueran las cortes las que tomaran la decisión".
"Eso prolongó el conflicto por seis meses, lo cual Castro aprovechó para organizar grandes manifestaciones por Elián y revitalizar su Revolución", dijo.
"Una vez más las políticas de Estados Unidos le permitieron a Castro ganar simpatías a nivel mundial hasta que Elián fue enviado de regreso a Cuba", opinó.