Hasta el pasado lunes 1.008.392 personas —838.288 nacionales y 170.104 extranjeros— han desfilado delante de la piedra de Fidel Castro en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, según publicó el periódico oficial Granma.
Para el órgano del Partido Comunista, sin embargo, "lo verdaderamente importante no se registra, y son los gestos, las flores que lo acompañan (…) las no pocas lágrimas, el diálogo íntimo" con el difunto dictador.
A la piedra llegan cartas, poemas, banderas, tierra de otras latitudes, y, en el caso de los santiagueros, "el compromiso de honrarlo con realizaciones concretas", recogió el medio.
Según la estadística proporcionada por los encargados de llevar el registro diario, Alemania, Italia, Francia, España y EEUU, encabezan la relación de naciones de procedencia de los visitantes.
El Granma celebra que "de la Isla no ha quedado un solo rincón sin su presencia" y lo presenta como "expresión fehaciente de que realmente toda Cuba es Fidel".
La tumba de Fidel Castro, junto a la del héroe nacional José Martí, se ha convertido en uno de los sitios predilectos del régimen y su propaganda.
El pasado mes de octubre el régimen trasladó en una operación mantenida en secreto y sin consultar a nadie los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales a la misma zona del cementerio de Santa Ifigenia donde están los restos de Martí y Castro.
Este suceso puso en evidencia las intenciones de la nomenklatura de intentar "blindar" las cenizas del dictador escoltándolas con aquellos a los que cubanos de diferentes tendencias consideran héroes.
El régimen sigue haciendo gala de su predilección necrológica de mover cadáveres y de continuar casi seis décadas después construyendo su semiótica del poder sobre los mismos signos que intentan reescribir la historia nacional siempre desde la óptica del castrismo.
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, de visita oficial en el país caribeño, terminará su recorrido el próximo viernes con un tributo al difunto en el camposanto santiaguero.