La extracción ilegal de oro en Cuba ha dejado dos muertos y tres heridos graves en lo que va de año, según revela este miércoles en extenso artículo el estatal Granma. El diario califica de "desordenados y brutales" estos procesos mineros que provocan además daños medioambientales en las zonas en las que se realizan.
El órgano del Partido Comunista carga contra quienes "en busca de una fortuna rápida (…) no solo sacan provecho ilícito del patrimonio nacional y dañan el medio ambiente, también ponen en peligro sus vidas".
Precisa que a principios de año en Holguín "las excavaciones subterráneas de seis personas concluyeron con la muerte de dos, lesiones severas a tres y leves a una" producto de la inhalación de monóxido de carbono producido por un "motor de combustión interna de una turbina colocada para la extracción de agua en la galería donde trabajaban".
"Tan pronto se emprendió la investigación del desagradable hecho, salió a flote la falta de conocimientos técnicos para ejecutar una labor que requiere de precauciones extremas", critica Granma.
Según el medio oficial, uno de los mineros ilegales fallecidos contaba con siete advertencias previas por dedicarse a esa actividad.
Juan Miguel Morán, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial de la provincia de Holguín, dijo al periódico que ante lo "persistente" de las extracciones ilegales de oro, las autoridades han desplegado un plan "para contener el fenómeno".
La Policía Nacional (PNR) y el Cuerpo de Guardabosques han realizado desde 2014 actuaciones contra 210 personas, de las que 141 fueron procesadas por delitos como actividad económica ilícita, receptación, desobediencia y tráfico de metales.
En varios operativos ejecutados desde entonces, sobre todo en los municipios de Holguín, Rafael Freyre, Báguano y Moa, se decomisaron 700 instrumentos, siete vehículos de tracción animal y se destruyeron 103 "facilidades temporales" creadas en las áreas de extracción.
Sin embargo, Morán pidió la aplicación de medidas jurídicas más integrales en un fenómeno en el cual "el minero es el último escalón de la cadena" y acusó a fundidores, joyeros y traficantes que pretenden sacar el oro del país de estar entre quienes "organizan y financian la actividad".
El funcionario también dijo que están volcados en vigilar que las sustancias químicas que se emplean en esta actividad ilegal —como mercurio y ácidos sulfúrico y nítrico— no sean "desviadas" desde empresas estatales.
Otro de los problemas de la extracción ilegal de oro son los daños medioambientales que provoca, entre los que se encuentran el desnivelado de suelos, hoyos, deforestación, alteración de los cauces de los ríos y vertidos que afectan a la calidad del agua, menciona Granma.
"Es una práctica destructora", agregó por su parte el jefe de la Unidad de Medio Ambiente en Holguín, Rolber Peña, quien alertó de que las alteraciones en los cauces de los ríos aumentan el riesgo de inundaciones por crecidas y también repercuten en la fauna, pues algunas especies emigran al ver modificado su hábitat.
Según denuncias de la Empresa Forestal de Holguín, varias entidades, entre las que se encuentran la Empresa Agropecuaria Holguín y varias cooperativas de créditos y servicios y de producción agropecuaria, no ejercieron el deber de custodiar áreas que sobrepasan las 400 hectáreas.
Los que trabajan el terreno alegan no disponer de estructuras específicas para tareas de custodia. Granma, sin embargo, considera que esto no los justifica.
"Las leyes son precisas en cuanto al deber de proteger el referido patrimonio", dice y presenta como una posible salida la de quitar a sus actuales usufructuarios las tierras y entregarlas a "personas con deseos y posibilidades reales de protegerlas".
El Gobierno cubano anunció en febrero de este año que pretende impulsar la minería de oro en territorios del centro y oriente de la Isla, donde espera extraer anualmente unos 111 kilogramos del metal precioso en varios yacimientos, uno de ellos operado en colaboración con países del bloque aliado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA).
De acuerdo con estimaciones geológicas, Cuba posee reservas de minerales superiores a los mil millones de toneladas, un potencial abierto a la inversión extranjera directa por la que aboga el Gobierno en su "cartera de oportunidades".