El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, abogó este lunes en una reunión de balance del año 2017 del Ministerio de Educación Superior "por la enseñanza del inglés", según dio a conocer la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Díaz-Canel "dedicó especial atención al tema de la enseñanza del idioma inglés, e indicó que a pesar del rechazo por algunos a la exigencia, y de las limitaciones manifiestas, no se puede renunciar, pues el dominio de una lengua, además de la nativa, es hoy requisito en el mundo moderno, y Cuba no puede quedar atrás", precisó la ACN.
Por otra parte, el vicepresidente defendió: "La investigación científica y la innovación deben ponerse más al servicio del desarrollo del país. Toda investigación debe dar solución a un problema específico de la realidad".
Asimismo, habló de problemas en la práctica laboral y de insatisfacciones de los universitarios en tal sentido. La prensa oficial no detalla más al respecto.
El vicepresidente, también, resaltó "como aspecto positivo" el papel de los jóvenes en 2017 y dijo que "fue bien fuerte la participación de los jóvenes en tareas de impacto, lo cual se vio ejemplificado en las labores de recuperación tras el paso del huracán Irma por el territorio nacional el pasado septiembre". Los jóvenes son una de las principales preocupaciones del régimen.
Otro asunto debatido en el balance educativo de este lunes fue la creación del Observatorio Social Universitario.
El Ministro de Educación Superior, José Ramón Saborido, apuntó que "esta última etapa (de 2017) ha sido la de mayor actividad subversiva y de manifestaciones cuestionadoras de las bases en que se sustenta la Revolución, lo cual explica lo oportuno de haber creado el Observatorio Social Universitario", precisa la emisora oficial Radio Reloj.
El Observatorio Social Universitario es un consejo ideológico que existe en cada universidad del país y que está formado por varios funcionarios. Surgió para contrarrestar el "incremento de la vulnerabilidad ideológica, la influencia del factor EEUU en nuestra sociedad, la campaña de contraofensiva ideológica contra Cuba y el desmontaje de los logros alcanzados por la Revolución".
Entre sus funciones, estos observatorios incluyen "mantener viva en la comunidad universitaria la obra y vida" de Fidel Castro y asesorar al rector, los decanos y jefes de departamento "en cuanto a la proyección y desarrollo axiológico, formativo y político e ideológico".
El pasado 11 de marzo, durante la última etapa del simulacro "electoral" del régimen, Díaz-Canel prometió "un Gobierno que se va a deber al pueblo", aunque la regularidad de los últimos 60 años es la contraria y nada indica que eso vaya a cambiar cuando Raúl Castro deje la cabeza del Gobierno el próximo 19 de abril.
Muchos observadores consideran que Díaz-Canel será el sustituto del general Raúl Castro en la presidencia y el primer cubano sin apellido Castro que gobierne desde 1959. Sin embargo, las cábalas con un régimen tan hermético son arriesgadas.
Asuma o no Díaz-Canel, parece poco probable que, por el momento, la camada de dirigentes sucesores rompa la línea trazada por la llamada generación histórica, y los cubanos lo saben.