A poco más de un mes del relevo de poder en la Isla, algunos observadores apuntan la posibilidad de crear un "poder bicéfalo", con un presidente en el Consejo de Estado y otro en el Consejo de Ministros, cargos que ha ocupado Raúl Castro en la última década y antes, su hermano Fidel Castro, reporta EFE.
La actual Constitución (1976), diseñada a la medida del poder omnipresente del difunto Fidel Castro, establece que el presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y Gobierno, por lo que encabeza también el Consejo de Ministros, además de dirigir las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Para evitar que ninguna figura acumule demasiado poder, algunos expertos señalan que eso podría ser modificado en la pendiente reforma constitucional, anunciada desde hace años pero que todavía no se materializa.
A la espera de esa reforma, si Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente desde 2013, se convierte en abril en presidente será la primera vez en la historia de la Revolución que un civil dirige las FAR.
En medio de estos cambios, Raúl Castro, de 86 años, conservará un papel relevante hasta 2021 como primer secretario del todopoderoso PCC, la "fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado" según la Constitución.
"Por primera vez se va a separar la dirección del Partido y del Gobierno. Habrá dos esferas de poder y va a ser interesante ver cómo se conjugan", apuntó el exdiplomático cubano Carlos Alzugaray.
No obstante, se rumorea que el pequeño de los Castro se mudará a Santiago, a más de 1.000 kilómetros del centro de decisiones en la capital, aunque es candidato a diputado por esa provincia oriental.
"Raúl Castro va a dejar margen de maniobra a Díaz-Canel, le va a dar su apoyo sin inmiscuirse demasiado y va a estar disponible para consultas. Su apoyo le garantiza el respaldo de las FAR", opinó Alzugaray.
También está por ver si se cumple la promesa de Castro de separar los puestos del Gobierno y del Partido, algo que no ha sucedido en su mandato porque la mayoría de los "hombres fuertes" del Buró Político del PCC integran también el Consejo de Estado.
Sobre Díaz-Canel, Alzugaray cree que "cuenta con una experiencia amplia y exitosa en diversos cargos y ha formado parte del sistema político cubano desde que era un joven dirigente de base".
Con una iconografía semejante a la que ilustra a Raúl Castro recibiendo a dignatarios, en las últimas semanas la prensa estatal ha difundido imágenes de Díaz-Canel, de 57 años, reunido con visitas oficiales.
En los últimos meses ha sido él, y no Raúl Castro, quien ha recorrido los territorios que sufrieron el embate del huracán Irma en septiembre para supervisar las labores de recuperación, visto como una estrategia para acercarlo a la gente.
También encabezó los actos oficiales en dos efemérides del régimen: el 50 aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara en octubre en Santa Clara (donde pronunció el discurso central) y los homenajes a Fidel Castro en la Universidad de La Habana en el primer año de su fallecimiento, en noviembre.
Este domingo se celebran en Cuba "comicios" generales, de donde saldrán los diputados de la Asamblea Nacional, que quedará instaurada el 19 de abril y elegirá a los principales cargos del Gobierno, como el presidente.
Además de Castro y Díaz-Canel, el canciller Bruno Rodríguez; el "zar de las reformas", Marino Murillo; el ministro de las FAR, Leopoldo Cintra Frías; o la secretaria del PCC en La Habana, Mercedes López de Acea, ocupan asiento tanto en el Buró como en el Consejo de Estado, lo que les asegura un cargo en el nuevo Gobierno.
Entre esos "hombres fuertes" figuran dos históricos de la Revolución: el segundo secretario del PCC, José Ramón Machado Ventura, de 87 años; y el comandante y vicepresidente Ramiro Valdés, de 85, ambos muy activos todavía en la vida política de la Isla, pero que podrían retirarse siguiendo el ejemplo de Castro.
La reciente condecoración de estos (y del comandante Guillermo García Frías, de 90 años) como "Héroes del Trabajo" ha sido interpretada por algunos como una despedida de la primera línea.
Los "comicios" organizados por el régimen están inclinados a su favor. El propio Díaz-Canel dijo abiertamente que su Gobierno estaba "dando todos los pasos para desacreditar" a los candidatos independientes porque si llegaban a las Asambleas Municipales "sería una manera de legitimar dentro de nuestra sociedad civil a la contrarrevolución".
La Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) así como las comisiones que se crean a nivel provincial y municipal, han funcionado como filtros en estos "comicios" y garantizan al régimen que los delegados de las Asambleas Provinciales, los diputados de la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado y su presidente respondan a los intereses del Partido Comunista.
La sucesión en el poder de la Isla parece estar en marcha. Aunque no ha habido hasta ahora ningún anuncio oficial, es previsible que el sucesor de Raúl Castro sea Miguel Díaz-Canel.