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Turismo

Tiendas de la Oficina del Historiador están prohibidas para los estadounidenses

Un directivo cubano insiste en que varios comercios no son de Habaguanex, que fue absorbida por el consorcio militar GAESA.

La Habana

Dentro de una pequeña y vieja tienda de La Habana Vieja se venden muñecas inspiradas en cuentos de hadas, muñecas nativas americanas con sus propios vestuarios, duendes, una versión actualizada de la deidad de la santería Ochún con un vestido dorado y muñecas con trajes de carrera.

Las figuras parecen inocentes, pero esta tienda se encuentra entre las 180 entidades cubanas que, según los EEUU, están vinculadas al ejército cubano y, por lo tanto, están fuera del alcance de los visitantes estadounidenses, señala un reportaje del Miami Herald.

El medio miamense recuerda que este comercio está incluido en la lista publicada por el Departamento de Estado de EEUU en noviembre pasado como parte en una medida diseñada para mantener los recursos financieros fuera del alcance de las empresas que son propiedad o están bajo el control del Ejército cubano.

También en la lista de prohibidos está una floristería de la calle Mercaderes, donde hay canastas de rosas de distintos colores y pequeños arreglos florales para los clientes, y varias otras tiendas pintorescas de La Habana promovidas y administradas por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana bajo la firma de Habaguanex.

La lista del Departamento de Estado incluye todas las tiendas, restaurantes y hoteles que pertenecían a Habaguanex, una corporación que generó ingresos para financiar los proyectos de restauración en La Habana Vieja y otras iniciativas sociales en el centro histórico.

Sin embargo, en 2016 Habaguanex fue absorbida por el consorcio militar GAESA y los hoteles y restaurantes pasaron a formar parte del Grupo de Turismo Gaviota, que pertenece al Ejército. Habaguanex, GAESA y Gaviota están todos en la lista negra.

Sin embargo, Orlando Ramos Blanco, presidente de la Agencia de Turismo de San Cristóbal, dice que las tiendas no deberían estar en la lista.

"Se quedaron en la Oficina del Historiador, dirigida por el historiador y conservacionista Eusebio Leal", declara.

San Cristóbal es la agencia de turismo de la Oficina del Historiador que hace hincapié en el turismo histórico, cultural y patrimonial sustentable en La Habana y otras nueve ciudades cubanas.

"Estábamos en la lista en la configuración anterior, pero ahora la marca Habaguanex ya no existe. Ahora es parte de Gaviota. Las pequeñas tiendas pertenecen a la Oficina del Historiador. Las hemos conservado", defiende Ramos. "Esto es una falta de conocimiento", añade.

Además, San Cristóbal nunca estuvo en la lista. "Lo diré con mayúsculas", exclama Ramos. "Hemos comunicado esto a nuestros clientes".

En respuesta a una consulta del Miami Herald, un vocero del Departamento de Estado dijo: "El Departamento tiene la intención de actualizar la Lista Restringida de Cuba periódicamente y considerará la información relevante, según corresponda, caso por caso".

Desde su publicación en noviembre pasado, no se han realizado cambios en la lista restringida.

Entre las casi dos docenas de hoteles de Habaguanex que fueron transferidos a Gaviota están el Hotel Ambos Mundos, donde solía alojarse Ernest Hemingway en la década de 1930 y donde se dice que comenzó a escribir Por quién doblan las campanas; el Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal y el Hotel Conde de Villanueva, uno de los favoritos de artistas e intelectuales.

Estos claramente caen bajo el paraguas de Gaviota. Una bandera del grupo estatal ondea fuera del Ambos Mundos. El personal de los dos últimos hoteles dice que no han visto ningún grupo de estadounidense desde noviembre.

"Visitantes franceses, rusos, canadienses, suecos, sí", dice el recepcionista del Palacio del Marqués.

Mientras, la tienda de muñecas y otras de La Habana Vieja permanecen en la lista negra del Departamento de Estado, a pesar de que figuran en la lista como Tiendas de Patrimonio, que pertenecen a la Oficina del Historiador.

"Qué tontería", dice un empleado de la tienda Muñecos de Leyenda, donde los clientes cruzan un pequeño puente falso para ingresar a la parte principal del comercio.

Según el dependiente, la mayoría de los clientes de las costosas muñecas importadas de China son cubanos, aunque no preguntan a sus clientes de dónde son antes de comprar.

Anunció que Muñecos de Leyenda cambiará de nombre pronto.

Así sucedió con la floristería. Se llamaba Florería Jardín Wagner, nombre con el que aparece en la lista de prohibidos. Sin embargo, la Oficina del Historiador decifió renombrarla como Florería Rosa Blanca, en referencia al poema de José Martí.

Algunas de las otras tiendas en la lista negra, incluida una que vendía soldados de juguete y miniaturas de figuras históricas, están cerradas por reformas, señala El Nuevo Herald.

La nueva política cubana del presidente Donald Trump además de intentar mantener el dinero y los negocios estadounidenses lejos de las empresas militares cubanas, también se enfoca en alentar a sus ciudadanos para que desarrollen lazos económicos con pequeños negocios privados en la Isla.

Sin embargo, muchos trabajadores de ese sector no estatal, especialmente aquellos que no se benefician del aumento del tráfico de cruceros de EEUU, se quejan de que el negocio ha caído en un 40-50% desde que las nuevas regulaciones de Trump entraron en vigencia.

Los pasajeros de cruceros tienden a comprar y comer en La Habana Vieja, dejando fuera a los cuentapropistas en otras partes de la ciudad.

"Si quieres ayudar a los cubanos promedio, abre", dijo el artista habanero Luis Puerto, quien ha visto cómo su negocio se desplomaba bajo la nueva política de Trump.

El año pasado, Cuba tuvo 1.07 millones de visitantes de los EEUU, incluidos los cubanoamericanos, pero esta temporada de invierno ha sido diferente. "Depende de los viajeros", dijo Puerta. "El año pasado, el año anterior, me fue muy bien, pero cada vez es más difícil".

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