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Sucesos

Un cubano residente en Tampa pierde un pie en la Isla por negligencia médica

Jorge Luis Rodríguez aconseja a quienes viajan a Cuba: 'Si enfermas, regresa de inmediato a EEUU'.

Miami

El cubano Jorge Luis Rodríguez, residente en Tampa, acabó perdiendo la pierna derecha debido a lo que describe como "negligencias médicas en la Isla", durante una visita que realizó a su madre anciana y a otros familiares en Mariel, en La Habana.

Según un reportaje de Martí Noticias, Rodríguez desafió las minas antipersonales en la guerra de Angola, y jamás imaginó que sería en Cuba donde perdería primero los cinco dedos del pie derecho y luego parte de su pierna.

"Me decían el barre minas porque andaba por los campos minados de la UNITA sin prestar atención. Y mira tú, lo que no sucedió en Angola, sucedió en La Habana", comenta con resignación este hombre.

Su historia no es única —dice—, "sucede todos los días, pero en Cuba nada se sabe".

Explica que todo comenzó cuando se le produjo una lesión en un dedo del pie derecho por fricción, por un zapato que le apretaba.

En el Instituto Nacional de Angiología lo vieron los especialistas y le indicaron antibióticos, pero a los pocos días, apareció una infección severa, efecto secundario de la diabetes que le aqueja desde hace varios años.

De vuelta al centro asistencial, los galenos detectaron que la causa de la afección había sido un trombo, un coágulo sanguíneo que obstruía el flujo de oxígeno, recoge el medio miamense.

"Solo quiero que el mundo sepa que la consigna de potencia médica cubana es pura mentira, que el personal asistencial no tiene corazón a la hora de tratar a los pacientes, se venden por dólares o un plato de comida", lamenta.

"Los dedos estaban negros y el médico, Dr. Abran, con solo un año de experiencia, me dijo que había que amputar", relata Rodríguez en su casa en Tampa.

El cubano, de 55 años, es uno de los miles de emigrantes que llegó a EEUU durante el éxodo de 1994. Está casado y tiene tres hijos. Su hijo Jorge, paramédico, viajó de inmediato a La Habana.

"Lo primero que me dijo fue que no quería ser una carga para mí y le respondí que si cuando yo era un niño no fui carga para él, ahora me tocaba a mi hacer por él", dijo el joven.

Vinagre para las curas

Para sanar y cerrar la herida de la amputación de los cinco dedos, los médicos apelaron al vinagre, algo que llamó la atención al paciente. Fue su hijo, fuera del hospital, quien tuvo agenciarse el remedio que supuestamente sellaría la herida de su padre.

Las curas iban y venían. Primero con el vinagre diluido al 25% en agua, luego a vinagre puro y esto provocó lo que el padre sospechaba. "El vinagre me había cocinado los dedos". Después, sobrevino la amputación de parte de la pierna.

"Solo quiero que el mundo sepa que la consigna de potencia médica cubana es pura mentira, que el personal asistencial no tiene corazón a la hora de tratar a los pacientes, se venden por dólares o un plato de comida", denuncia Rodríguez. Advierte a quien le interese viajar a Cuba que si enferma, no espere y regrese de inmediato a EEUU.

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