Juan José Buitrago de Benito, embajador de España en Cuba, recorrió el Cementerio Santa Ifigenia, en una visita oficial que no pasó por alto la tumba de Fidel Castro, según recogió el periódico estatal Sierra Maestra.
El diplomático depositó flores junto a la piedra con los restos del dictador. También puso ofrendas en el Mausoleo donde se guardan los restos de José Martí y en el Panteón de los Mártires del Deber, dedicado a españoles caídos en la Guerra Hispano-cubano-norteamericana.
Según declaraciones citadas por el medio oficial, Buitrago de Benito dijo sentirse "honradísimo de visitar a la Cuna de la Revolución y la de tantos hechos históricos que han conformado la nacionalidad cubana —y en la que los españoles también tuvieron una participación importante— y de rendir el tributo debido al Apóstol y a Fidel (Castro)".
También calificó de "muy positivas" las relaciones entre Cuba y España. "Tienen un fondo común muy poderoso, una relación familiar, histórica, cultural y tenemos, con esa base, la capacidad de construir muchas cosas juntos", manifestó.
La delegación diplomática española recorrió la ciudad de Santiago de Cuba. La agenda la llevó, además, al Santuario y al poblado de El Cobre, se reunió con autoridades santiagueras y pasaron revista a proyectos de cooperación.
El embajador adelantó "la intención de iniciar los preparativos para abrir un consulado español en Santiago de Cuba" y otra posible visita para el mes de julio, cuando prevén develar una tarja en la Loma de San Juan.
La comitiva diplomática estuvo integrada además por Carlos Ruiz, cónsul español; Guillermo Corral, agregado cultural; José Manuel Mariscal, coordinador de la Oficina Técnica de Cooperación y Rafael Garbajosa, representante de la Consejería de Empleo y Seguridad Social.
La visita se realizó el pasado día 13 de febrero. Ese mismo día la prensa estatal rechazó que el Ejecutivo español se haya desdicho sobre la futura visita a Cuba de los reyes de España, y calificó de "injerencistas" y "colonialistas" las opiniones de Madrid sobre el simulacro electoral que desarrolla el régimen.
Días después, Madrid se echó atrás y dijo que daría explicaciones al canciller Bruno Rodríguez sobre el retraso de la visita real.