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Política

¿Quiénes son los nuevos interlocutores en las relaciones La Habana-Washington?

Fernández de Cossío tendrá un perfil 'más frío y contenido' que Josefina Vidal, dice Carlos Alzugaray.

La Habana

En medio del claro deterioro de la relación bilateral los gobiernos de Cuba y Estados Unidos han nombrado nuevos interlocutores para el diálogo, que sigue adelante con reuniones de carácter técnico y perfil bajo en medio de la renovada retórica de confrontación, informa EFE.

Esta semana asumió Carlos Fernández de Cossío, de 58 años, como director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana en sustitución de Josefina Vidal, y desembarcó en la Isla como encargado de negocios interino de la embajada estadounidense en La Habana el veterano diplomático Philip Goldberg.

Antes de ejercer como embajador en países como Canadá y Sudáfrica, Fernández de Cossío ya pilotó los asuntos con Estados Unidos en los años 90, cuando se vivieron tensos episodios como la Crisis de los Balseros (1994) o el derribo de las avionetas Hermanos al Rescate (1996).

"Es un hombre de suma experiencia, con una gran carrera diplomática acumulada. Además es un profundo conocedor de Estados Unidos y las relaciones exteriores", declaró a EFE el académico y exdiplomático cubano Carlos Alzugaray, quien tuteló a Fernández de Cossío en su tesis de doctorado en Relaciones Internacionales por la Universidad de La Habana.

En su opinión, Fernández de Cossío va a mantener el talante dialogante y cordial de su antecesora en el cargo, aunque tendrá un perfil "más frío y contenido" y no será la "sonrisa perenne" de Vidal, que se estrena ahora como embajadora en Canadá después de 12 años al frente de los asuntos de Estados Unidos en la Cancillería.

La mano derecha de Fernández de Cossío en el equipo negociador es Johana Tablada, subdirectora para Estados Unidos de la Cancillería desde hace unos meses en sustitución de Gustavo Machín, quien ya presentó credenciales como embajador cubano en España.

Según Alzugaray, Tablada va a ser la "cara amable" del equipo, ya que es "excelente en las relaciones públicas", mantiene una actividad fluida en las redes sociales y ya ha comenzado a ofrecer entrevistas a medios oficiales de la Isla.

Tablada encabezó esta semana la delegación cubana que acudió a Washington para mantener sendos encuentros bilaterales con autoridades estadounidenses sobre lavado de dinero y sobre trata de personas, los días 12 y 13 de febrero.

En las últimas semanas, equipos de ambos países han sostenido reuniones técnicas sobre ciberseguridad, narcotráfico, terrorismo, inmigración irregular, todas ellas en la capital estadounidense.

"Está claro que el diálogo continúa y hay interés por ambas partes. Frente a las declaraciones incendiarias de Donald Trump creo que prevalece en Estados Unidos el interés general, la racionalidad y la burocracia", apuntó Alzugaray, quien sirvió como diplomático en el país vecino.

El académico puntualizó que las directivas del expresidente Barack Obama para estrechar lazos con La Habana contaron con el beneplácito del Departamento de Estado, el Consejo Nacional de Seguridad y otras agencias gubernamentales, por lo que es improbable la ruptura total.

La relación Washington-La Habana atraviesa un momento muy delicado. El Gobierno estadounidense acusa al cubano de ser incapaz de garantizar la seguridad de sus diplomáticos en la Isla, tras unos misteriosos ataques que causaron problemas de salud a más de una veintena de funcionarios.

Como consecuencia, Estados Unidos evacuó el pasado otoño a casi todo el personal de su embajada en La Habana, emitió una alerta de viaje a sus ciudadanos y expulsó a 17 diplomáticos cubanos de Washington.

El Gobierno de Trump ha tomado además medidas para impedir que los viajes de estadounidenses y el comercio beneficien negocios en manos de la junta militar cubana.

Aunque la legación estadounidense sigue bajo mínimos y no hay avances en la investigación sobre los ataques, en las últimas semanas han retornado a la Isla —sin sus familias— algunos de los diplomáticos que salieron en octubre y, tras dos meses de espera, La Habana ha concedido la visa a Philip Goldberg, designado como nuevo encargado de negocios interino.

Goldberg sirvió como embajador en Filipinas y Bolivia, de donde lo expulsó el Ejecutivo de Evo Morales en 2008 tras acusarlo de "injerencias y conspiración contra el Gobierno. Tiene un perfil diplomático más alto que su predecesor, Lawrence J. Gumbiner, quien solo estuvo cuatro meses en La Habana.

Parece que Goldberg también llega a Cuba de manera provisional, aunque por un tiempo aún por concretar, pero "al tratarse de un funcionario muy experimentado, con una amplia carrera, hace suponer que el Departamento de Estado todavía da importancia a la plaza en Cuba", opinó Alzugaray.

Según este analista, los próximos meses serán cruciales para desentrañar el entuerto de los misteriosos ataques que alega Estados Unidos, que han llevado la relación con La Habana a "un callejón sin salida".

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