Las primeras 20 cámaras de secado de tabaco que usarán energía renovable en Cuba se construyen en la zona de Vueltabajo, Pinar del Río, donde se cosecha el 65% de la hoja producida en la Isla, informa EFE.
De tecnología española, las instalaciones de curado funcionarán con biomasa en lugar de diésel, lo que abaratará considerablemente la producción de la variedad de tabaco rubio Virginia, que consume "decenas de miles de litros" de "costoso" gasóleo, aseguró el diario oficial Granma.
La primera mitad de las cámaras deberá estar lista el próximo febrero y las diez restantes se terminarán en marzo.
Estas casas de secado funcionarán con el vapor de calderas alimentadas con serrín, cáscaras de arroz y astillas de madera de aserraderos y molinos cercanos, aunque en ocasiones excepcionales podrán usar diésel y gas licuado.
Las hojas de tabaco Virginia secadas por este proceso se enviarán a una fábrica que se construye en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
En Vueltabajo existen actualmente 150 hectáreas sembradas de tabaco Virginia, cifra que el Gobierno espera elevar a 400 en próximas campañas.
A diferencia de la hoja de tabaco negro (materia prima de los famosos habanos) que se seca al natural, el rubio necesita de estas cámaras para eliminar la humedad, fijar el color y alcanzar las cantidades de azúcar y nitrógeno requeridas para adquirir su sabor característico.
Con alrededor del 65% de la producción del país, la zona de Vueltabajo es la mayor suministradora de la hoja en el país, seguida por los territorios de Sancti Spíritus y Santa Clara.
Este 2018 el Gobierno ha establecido como meta que los vegueros cubanos entreguen más de 32.000 toneladas de hojas de tabaco, aunque las intensas lluvias de los últimos meses han dañado unas 600 hectáreas plantadas y provocado atrasos en la cosecha, que ha extendido hasta febrero su periodo de siembra.
El tabaco es el cuarto renglón en ingresos al Producto Interno Bruto de la Isla. En 2016 la empresa mixta cubano-española Habanos facturó unos 445 millones de dólares como resultado de las ventas.
Esta industria ocupa a unos 200.000 trabajadores en la Isla, que se elevan hasta los 250.000 cuando llega el "pico" de la cosecha.
Sin embargo, productores cubanos de tabaco se han quejado en los últimos meses de abusos en los pagos por sus cosechas.