Las abundantes lluvias que se han producido en Cuba desde septiembre, cuando el huracán Irma arrasó la Isla, han contribuido a revertir la peor sequía del último siglo, que se prolongó durante más de tres años y causó serios problemas de escasez de agua y pérdidas en la agricultura, según dice el periódico oficial Granma.
El promedio nacional de precipitaciones en 2017 fue de 1.527 milímetros cúbicos, equivalente al 114% del valor histórico anual, informó el especialista de la Dirección de Uso Racional del Agua del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Argelio Fernández.
La media anual de lluvias creció un 15% respecto al promedio de 2016, situado en los 1.284 milímetros cúbicos y los acumulados pluviales superaron las medias históricas en todas las provincias y en un total de 143 municipios, siempre por encima del 50%, señala EFE.
El aumento de las lluvias permitió la recuperación de los embalses, que llegaron a estar por debajo del 40% de su capacidad en los peores momentos de la sequía, pero que al cierre de 2017 almacenaban 7.532 millones de metros cúbicos de agua, el 83% de su capacidad.
Con capacidad para 1.020 millones de metros cúbicos, la presa Zaza, la mayor de Cuba y ubicada en el centro de la Isla, llegó a estar en su peor momento a solo el 11% de su capacidad, pero a finales de septiembre abrió sus compuertas por primera vez en cuatro años.
El ascenso del agua almacenada se empezó a notar a finales de septiembre de 2017, tras el paso del huracán Irma entre los días 8 y 10 de ese mes, que trajo abundantes lluvias también en las semanas posteriores.
Las lluvias superaron en 2.851 milímetros el acumulado de septiembre de 2016 y en 1.461 milímetros el promedio histórico del mes.
El año pasado también fue uno de los más calurosos en Cuba, donde la temperatura media fue de 25,49 grados centígrados, un valor que sobrepasa en 0,53 grados centígrados la media histórica del periodo 1961-1990, según datos del Instituto de Meteorología divulgados por la prensa oficial cubana.
En 2017 se registraron varios récords de temperatura máxima en diversos puntos del país en los meses de verano, con medias mensuales superiores a los 28 grados centígrados y siendo agosto el mes más caluroso del año.
La Isla vivió en 2017 una de las peores sequías de los últimos años.
A finales de julio, las autoridades señalaron la existencia de una escasez de lluvia en el 43% del territorio nacional. El 7% de las áreas con sequía recibió la categoría de severa a extrema, el 15% de moderada y el 21% de débil.
Además de la grave sequía, la situación con el abasto de agua y de infraestructura hidráulica es crítica en muchos lugares de la Isla. Recientemente una seria avería ocurrida en Cuenca Sur dejó sin servicio a unas 400.000 personas afectadas en varias localidades de la capital, 852.000 habitantes de seis municipios, según cálculos de EFE. El colapso ocurrió en mayo y a finales de junio continuaban las afectaciones.
La sequía en la Isla durante el año llegó al límite de permitir descubrimientos arqueológicos en la presa Zaza, la más grande del país que en junio se encontraba solo al 11% de su capacidad.
A esta sequía sobrevinieron al final del año fuertes lluvias en el oriente del país que dejaron derrumbes de viviendas, animales ahogados y afectaciones en la agricultura.