Más de 200 personas amanecieron el lunes en las inmediaciones del Consulado de Colombia, en el barrio habanero de Miramar. Provenientes de distintas provincias del país, intentan realizar los trámites para viajar a Bogotá y asistir a sus entrevistas en la Embajada de Estados Unidos en esa ciudad.
Ante la afluencia de público, la oficina consular ha tenido que modificar su ritmo de trabajo, pues solo contaba con un funcionario para los trámites de visado, uno para atender la puerta y otros dos para la legalización de documentos.
Con capacidad para menos de 20 personas, la sala de espera destinada al público dentro del edificio se ha quedado muy pequeña para la actual avalancha.
Los cubanos comenzaron a recibir hace pocos días las citaciones estadounidenses para las entrevistas con Inmigración en Bogotá. Los trámites en un tercer país han sido la solución habilitada por Washington tras la retirada de la mayoría de su personal diplomático en Cuba y la reducción al mínimo de las funciones de su embajada en La Habana, por el episodio de los llamados "ataques acústicos".
El Consulado colombiano ha sido cercado por una barda, para evitar la aglomeración, mientras que se observa una presencia de policías que no existía en meses anteriores.
El funcionario de la embajada que cada hora sale para informar al público lleva escolta policial.
"Estamos tramitando entre 40 y 50 casos cada día", aseguró el funcionario a este reportero.
El público congregado a unos 60 metros del Consulado recibe información sobre el desarrollo de los trámites. Los funcionarios siempre aclaran que el Consulado en La Habana solo viaviliza las gestiones, pues las visas se aprueban en Colombia.
"Si todo está en regla, el 99% de los casos que recibimos deberán ser aprobados", dijo el funcionario ante la multitud. "Sabemos que todo está bastante ajustado con respecto a las fechas, pero atenderemos a quienes lo requieran hasta dos veces el mismo día".
La falta de información precisa y la necesidad de realizar trámites online en un país casi desconectado, son las principales complicaciones que los cubanos detectan en el proceso.
Las personas interesadas deben realizar sus trámites a través de la dirección electrónica [email protected], mientras que reciben la aprobación de sus visa a través del correo electrónico personal desde la dirección [email protected]. Las transacciones bancarias se realizan en una entidad financiera ubicada en 5ta y 112, en el propio Miramar.
Los que viven fuera de La Habana tienen aún mayores dificultades para los trámites, sobre todo por la cantidad de dinero que deben desembolsar.
Maritza viajó desde Camagüey con su hijo adolescente. Asegura que ya ha gastado más de 100 dólares, sin contar los trámites del visado, y aún debe gastar más en Colombia.
"Es difícil todo lo que tenemos que pasar para salir de este infierno", dice. "Y no sé qué me espera en Colombia con mi hijo. Mi esposo está en Estados Unidos, pero no puede viajar a Colombia para acompañarnos, solo me envió el dinero. Deseo mucho viajar, pero tengo miedo".
Con la nueva situación han florecido los negocios alrededor de la oficina consular. Se han establecido particulares que rellenan las planillas necesarias, como ocurría en la zona cercana a la embajada estadounidense.
"Yo cobro 20CUC por llenar planillas", dice Nereida, quien instaló su negocio a una cuadra, en 16 y 7ma. "Ya que las otras casas cobran 25, trato de buscar más clientes, aunque gane menos".
La cafetería Café Bilong, ubicada en la acera del consulado, ha tenido un alza considerable en clientes y ganancias esta semana, según Maite, trabajadora del lugar.
Café Bilong es la única cafetería cercana y oferta almuerzos desde los cuatro CUC en adelante, mientas que una merienda supera los dos CUC.
También han aparecido vendedores de pan con jamón y refrescos enlatados a tres CUC, quienes pregonan su mercancía entre la multitud.
Para estos emprendedores la situación es favorable, pero las personas inmersas en los trámites tienen quejas de la organización del Consulado para ofrecer los nuevos servicios.
"Hay gente que está llegando desde horas de la noche y durmiendo en la acera para marcar en la cola y esperar al otro día", comenta una señora sentada en el suelo. "Si estuviera organizado por citas, habría menos problemas. No han pensado que los malos ratos también son para nuestros hijos".
Una vez en Colombia, no hay seguridad de que Estados Unidos les otorgue el visado, pero muchos esperan que la suerte los acompañe y no tener que pasar de nuevo por estos trámites tan dilatados.
"En Colombia estará mi papá, que viajará para allá desde Estados Unidos", explica Isbel, de 27 años. "Si me aprueban, sigo desde allí para 'el yuma', para acá no viro".
Un joven, hablando con su amigo entre la multitud, fue más categórico: "No me importa si me aprueban o no en Colombia", aseguró. "Lo que tengo claro es que para Cuba no vuelvo ni amarrado".