Raúl Castro acudió el viernes en la noche al aeropuerto internacional José Martí para despedir a su más cercano aliado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Según recoge una nota que publica el diario estatal Granma, luego de sostener una conversación en el salón de protocolo de la terminal aérea, el general acompañó al gobernante y a su esposa, Cilia Flores, hasta la escalerilla del avión, "desde donde se despidieron con un fuerte abrazo". También estuvo allí el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
Maduro había viajado a La Habana el jueves pasado directamente desde Turquía para participar en el acto que conmemoró el aniversario 13 de la fundación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA).
Durante la clausura de este evento —al que asistió también el general, pero no intervino—, Maduro confirmó que no tiene intención de finalizar los convenios que permiten al régimen exportar los servicios de sus profesionales.
En específico dijo que quiere a los médicos cubanos "compartiendo consultorio" con los venezolanos.
Los profesionales de la Salud cubanos que trabajan en el exterior —Venezuela es uno de los mercados más importantes junto a Brasil— suelen encontrarse en condiciones de semiesclavitud. Muchas veces tienen restringida la libertad de movimiento.
El Gobierno cubano se queda con hasta el 75% de los salarios que pagan los países de destino por los profesionales de la Isla. No obstante, la participación en estos programas es un alivio para los médicos, cuyo salario en Cuba no supera los 70 dólares al mes.
Raúl Castro también recibió el viernes al presidente de Serbia, Aleksandar Vučić. La prensa oficial no ofreció muchos detalles del encuentro más allá de los protocolos oficiales de este tipo de eventos.