Autoridades de medio ambiente en la Isla dijeron este fin de semana que hay un gran índice de intrusión salina y elevación del nivel medio del mar en cuatro localidades de Las Tunas, según dio a conocer el semanario oficial Periódico26.cu.
Sergio Lorenzo Sánchez, coordinador de un proyecto del Instituto de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Las Tunas, sostuvo que "los asentamientos humanos costeros de El Socucho, Guayabal, el puerto de Manatí, La Herradura, La Boca y otros de la provincia" presentan "vulnerabilidad".
"En el poblado de Guayabal, municipio de Amancio Rodríguez, se han adoptado, entre otras medidas, la construcción de viviendas alejadas del mar para disminuir los riesgos de penetración de las aguas ante el azote de fenómenos hidrometeorológicos, como sucedió con el huracán Paloma en 2008", detalla el semanario oficial.
En Las Tunas, los datos más alarmantes reflejan que para el 2050, "el ascenso del nivel medio del mar superará los 25 centímetros, lo que representa más de 14.600 hectáreas de área sumergida, y otras 156.800 dañadas por intrusión salina".
El Gobierno comenzó a principios de noviembre el traslado de la pequeña comunidad costera de Palmarito en Júcaro, Ciego de Ávila, hacia tierra adentro debido al riesgo de fenómenos meteorológicos.
A finales de octubre, las autoridades dijeron que querían trasladar el pueblo camagüeyano Puerto Piloto de su actual asentamiento junto al mar a una nueva zona tierra adentro, por cuestiones que atribuyen al cambio climático.
El Gobierno aprobó en la última reunión de la Asamblea Nacional un programa llamado Tarea Vida que entre sus propósitos tiene "no permitir la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos costeros amenazados que se pronostica su desaparición por inundación permanente".
De acuerdo con ese plan estatal, entre los territorios cubanos más vulnerables a los efectos del cambio climático se encuentran los situados al sur de las provincias de Artemisa y Mayabeque, el litoral norte de La Habana y su bahía, Varadero y sus corredores turísticos, y los cayos de Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey.
La mayoría de estos emplazamientos están plagados de hoteles y en ellos se concentra la principal actividad turística del país. Hasta ahora el Gobierno no ha anunciado ninguna remoción de hoteles o instalaciones turísticas.