El régimen cubano se quejó el miércoles de que las nuevas medidas de Washington que lo afectan confirman el "serio retroceso" que ha tenido lugar en las relaciones bilaterales bajo la Administración de Donald Trump.
Josefina Vidal, directora general de EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores, señaló en una conferencia de prensa en La Habana que las restricciones de viaje a los estadounidenses y el cerco al conglomerado militar "implican un recrudecimiento" del embargo, recoge el diario oficial Granma.
Los departamentos de Estado, Tesoro y Comercio hicieron público el miércoles la implementación a partir de este jueves de las medidas anunciadas por Trump el pasado 16 de junio en Miami.
Entre las nuevas medidas se hizo pública una lista del Departamento de Estado con 179 empresas estatales bajo control militar con los que las entidades y ciudadanos estadounidenses tendrán prohibido hacer transacciones financieras directas.
Vidal calificó esa lista como "arbitraria" y catalogó de "infundada" la vinculación de los organismos citados con el "sector de la defensa y la seguridad nacional".
Washington impuso restricciones a las Fuerzas Armadas y al Ministerio del Interior, la Policía Nacional Revolucionaria, la Zona Especial de Desarrollo Mariel, las terminales de Contenedores de Mariel y La Habana, decenas de hoteles, agencias de viajes y tiendas.
"Llega al colmo de incluir a marcas comerciales de refrescos (como Tropicola y Cachito) y de rones, y hasta a un servicio de fotografía como PhotoService", lamentó la funcionaria.
Por otra parte, Washington prohibió los viajes de los ciudadanos estadounidenses a título individual bajo la categoría de intercambios "pueblo a pueblo" que no tengan carácter académico, establecidos durante la Administración de Barack Obama.
En lo adelante, los estadounidenses tendrán que viajar con el patrocinio de una organización de su país y tendrán que ser acompañados por un representante de esta organización.
Se impusieron también condiciones a los viajes educacionales, cuyos participantes en los que sean autorizados "deberán ahora hacerlo bajo los auspicios de una organización que sea una persona sujeta a la jurisdicción estadounidense".
Vidal se quejó de que las nuevas medidas anunciadas "dañarán a la economía cubana y a sus sectores estatal y no estatal, pero también dañarán a los ciudadanos estadounidenses".
"Afectarán también a los empresarios de EEUU, quienes perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy en Cuba, frente a su competencia", pronosticó.
Se quejó de lo que calificó "trasfondo subversivo" de algunas medidas de la Administración Trump, en referencia a los "viajes de apoyo al pueblo cubano".
La OFAC "exige que cada viajero en esta categoría participe en un programa de actividades de tiempo completo que implique una interacción genuina con individuos en Cuba".
Estos programas deben incrementar el contacto con el pueblo cubano, apoyar a la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano respecto de las autoridades cubanas.
Vidal recordó que los negocios y acuerdos alcanzados antes de la entrada en vigor de las medidas están exentos de las sanciones, pero lamentó que "se trata de un pequeño grupo" y culpó al embargo de que no se lograran "emprendimientos mayores".