"Tenemos conocimiento de que una ciudadana estadounidense ha sido condenada en Cuba", dijo el funcionario de EEUU, Virgil Carstens, de la Sección de Asuntos Consulares de la Cancillería estadounidense.
Carstens, de acuerdo con Martí Noticias, se refería al caso de Alina López Miyares, presuntamente condenada a 13 años de cárcel, por un tribunal militar en La Habana bajo acusaciones de "espionaje".
"El funcionario de la Sección de Asuntos Consulares del Departamento de Estado declinó ofrecer más detalles sobre el proceso contra López Miyares alegando razones de privacidad", precisa el medio miamense.
Las autoridades judiciales cubanas habrían pedido 13 y 17 años de prisión respectivamente para la cubanoamericana Alina López Miyares y su esposo Félix Martín Milanés Fajardo por el delito de espionaje, según informó en las pasadas semanas Martí Noticias.
De acuerdo con informes a los que tuvo acceso el medio miamense, el matrimonio fue juzgado en la Sala de Justicia del Tribunal Militar, ubicado en Marianao, La Habana, el pasado 2 de octubre. Las penas deberán ser confirmadas el próximo 24 de octubre.
Alina López fue arrestada en enero en el aeropuerto de La Habana cuando se disponía a viajar a Miami. Un mes antes, su esposo también había sido detenido.
Félix Martín Milanés —recuerda Martí Noticias— es un diplomático cubano retirado, que trabajó en la Misión Permanente de Cuba ante la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York.
En un reporte de Telemundo 51 Eugenio López, hermano de Alina, dijo que Martín Milanés "trabajó para la Embajada de Cuba en Estados Unidos (Oficina de Intereses en aquel entonces)".
El matrimonio habría sido investigado por las autoridades cubanas bajo sospechas de proporcionar información de carácter secreto, "cuya utilización podría causar perjuicio a la Seguridad del Estado".
Alina López (La Habana, 1959) se fue de la Isla cuando tenía 8 años y, según el medio miamense, "recientemente se había repatriado a Cuba".
Una fuente consultada por Martí Noticias dijo que la madre de Alina López, residente en Miami, "pudo ver a su hija a la entrada a la sala, pero no pudo participar en el juicio", así como que la defensa estuvo a cargo del abogado penalista Abel Alejandro Solá López.