El Gobierno cubano ha cerrado desde 2013 más de medio millar de empresas estatales, sociedades mercantiles, cooperativas y unidades presupuestadas, según un nuevo informe publicado por la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI).
De las 10.246 entidades censadas en el año 2013, las registradas de julio a septiembre de este año son 9.702, en total 544 menos.
El reporte no incluye a empresas mixtas, empresas de capital totalmente extranjero y sucursales en Cuba de compañías extranjeras.
Las entidades estatales han pasado de 2.235 a 1.811 en el mismo período de tiempo, durante el cual solo se ha reducido en siete el número de sociedades mercantiles de capital cubano, de 237 a 230.
De las 5.420 cooperativas documentadas en 2013, en julio-septiembre de este año quedaban 5.380, lo cual representa 40 de estas entidades menos. De las 2.354 unidades presupuestadas en 2013, 2.281 seguían funcionando hasta septiembre de 2017, un total de 73 menos.
Las empresas estatales continúan liderando el panorama económico en la Isla.
Por provincias, La Habana aparece en primer lugar, con mayor número, además, de sociedades mercantiles, cooperativas y unidades presupuestadas registradas (1.700). Le siguen Holguín (810) y Santiago de Cuba (777).
En los últimos puestos se encuentran el municipio especial Isla de la Juventud (81 entidades), Mayabeque (357) y Cienfuegos (376).
Por organismos del Estado, el Ministerio de Agricultura posee 4.656 entidades registradas, los Poderes Populares, excepto el de La Habana, cuentan con 1.931, el Grupo Azcuba tiene registradas 860 y la Asamblea Nacional del Poder Popular de La Habana 451.
De acuerdo con el informe de la ONEI, el Ministerio de las Fuerzas Armadas (FAR) tiene el control de 164 entidades en total, de las cuales 90 son empresas y 43 son sociedades mercantiles. El Ministerio del Interior (MININT), por su parte, gestiona 72 en total, de las cuales, 65 son empresas.
Salud Pública es uno de los ministerios que menos organismos tiene registrados (63) y la mayoría (49) son unidades presupuestadas.
Varios expertos en economía cubana han criticado el papel de las empresas estatales en el panorama económico de la Isla y la ineficiencia con que operan. Han insistido en que de liberarse las fuerzas productivas, el país podría convertirse en un gran exportador de bienes.
Sin embargo, el Gobierno dejó de otorgar licencias para el ejercicio del llamado trabajo por cuenta propia en un grupo importante de negocios, entre ellos los relacionados con la restauración y el alquiler de viviendas.
Para economistas como Omar Everleny, La Habana debería "concentrarse en erradicar la pobreza (...)" antes de "perseguir" el progreso que podría desencadenar el sector privado.