Solucionar la situación de quienes perdieron sus viviendas durante el paso del huracán Irma por Cuba será difícil, admitieron funcionarios consultados por DIARIO DE CUBA. Los nuevos damnificados se suman a los acumulados durante las últimas décadas, muchos de los cuales continúan viviendo en albergues.
Las medidas del Gobierno para estimular la construcción particular de viviendas han sido tardías e insuficientes, mientras los planes estatales continúan quedándose sobre el papel.
Una fuente de la Dirección Municipal de Planificación Física en La Habana Vieja comentó bajo condición de anonimato que la situación será compleja en cuanto a la reubicación de los damnificados cuyas viviendas sufrieron "derrumbes parciales y totales" durante el huracán.
"De momento no existen sitios con las condiciones mínimas para estos casos y ni siquiera se maneja una cifra aproximada de a cuánto ascienden los afectados. Por otra parte, el sistema de albergues está colapsado desde hace años y la población es reacia a albergarse por las pésimas condiciones de estos lugares".
Ante los rumores de que el Estado no dispondrá de recursos para ayudar a los damnificados del huracán, repartidos por la mayoría de las provincias del país, fuentes en la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social de Centro Habana aseguraron que "no existe un pronunciamiento del CAM [Consejo de la Administración Municipal] al respecto".
"Lo que se puede asegurar es que estamos sobrepasados, no hay recursos disponibles y otra realidad es que La Habana no fue la provincia más afectada", dijo un funcionario.
Al ser preguntado sobre las informaciones que emitió la prensa estatal respecto a las donaciones de colchones y otros artículos que llegarán de Venezuela, opinó que "eso fue un error".
"Se debió informar que llegarían donaciones, pero no mostrar aquellas imágenes. Ya la población está preguntando cuándo se distribuirán y a qué precio, y somos nosotros quienes tenemos que dar la cara ante el problema. En mi criterio, la situación es muy tensa".
La población habanera de las zonas más afectada por las penetraciones del mar del huracán Irma —Vedado, Centro Habana y Cojímar— tienen esperanza en que el Estado "no nos dé la espalda".
"A qué otra cosa aferrarnos. Si no nos ayudan, qué nos vamos a hacer", dijo Ania Cabrera, quien vive cerca del Malecón.
"Nadie quiso perder lo poco que tenía. La triste realidad fue que un ciclón nos dejó sin nada, pero la otra realidad, más triste todavía, es que los cubanos no tenemos cómo recuperar lo que perdimos".
"Lo que hace falta son funcionarios de Vivienda, de Planificación Física, del Gobierno, no camiones repletos boinas negras", criticó una de las residentes en el edificio de San Lázaro #172, que el pasado mes de agosto había denunciado a DIARIO DE CUBA lo que consideró indolencia de las autoridades municipales ante el inminente derrumbe del inmueble.
"Está muy jodido que los pierdas todo y que la respuesta inmediata de la Revolución sea llenar las calles de militares. ¿A qué le temen?", añadió refiriéndose al amplio despliegue militar en las calles.