En momentos en que Venezuela se hunde en la crisis, muchas miradas se posan en el Gobierno cubano, acusado por la oposición venezolana de manejar los hilos de su pupilo y aliado político Nicolás Maduro, reporta la AFP.
Una imagen ilustra la fuerza de la relación entre los dos regímenes: el presidente venezolano hizo una visita sorpresa el martes a Cuba, solo para homenajear, junto a Raúl Castro, al fallecido dictador Fidel Castro, según la información que ha publicado la prensa oficial de la Isla.
Hace poco, Raúl Castro dirigió a Maduro un mensaje en el cual le prometió no dejarlo solo: "Vendrán días de fuerte lucha, de acoso internacional, de bloqueos, de limitaciones, pero también serán días de creación y trabajo para los revolucionarios y todo el pueblo venezolano que, como hasta hoy, no estará solo".
Nicolás Maduro conoce bien Cuba, donde hizo cursos de formación política a fines de los años 80. Tras la muerte de su mentor, Hugo Chávez, en 2013, fue apoyado por el Gobierno de Raúl Castro para asumir la sucesión y perpetuar la alianza entre Caracas y La Habana.
A comienzos de los años 2000, Chávez, bajo críticas por una serie de nacionalizaciones, se volcó hacia Fidel Castro, quien le sugirió entonces ganarse la simpatía de la población con programas sociales en favor de los más pobres.
El Gobierno cubano participó activamente en esos programas, conocidos como "misiones", con decenas de miles de médicos y cooperantes. Hoy permanecerían en suelo venezolano unos 20.000 cubanos.
En 2002, Chávez fue objeto de un breve golpe de Estado que fracasó. Tras su restauración en la presidencia, los cubanos asumieron fuerte protagonismo en los asuntos militares venezolanos con el fin de consolidar el poder de su aliado.
"Cuba entró en Venezuela por la vía de las misiones y, con el golpe (fallido), ya entró en materia de seguridad y defensa nacional", dijo a la AFP la experta en cuestiones militares Rocío San Miguel. Fueron emisarios de La Habana, aseguró, quienes orquestaron la reorganización del Ejército, la Policía y la inteligencia venezolanos.
La "cooperación" cubana controla actualmente la "organización y el despliegue" del Ejército venezolano, la compra de armas, la construcción de infraestructura, la modernización del armamento y la formación militar, afirma la ONG Control Ciudadano, dirigida por San Miguel.
"En la narrativa, en el perfil que se va dando a la organización de la doctrina y del empleo de las Fuerzas Armadas nacionales, los reglamentos internos, se ve claramente la huella cubana", agrega.
Exiliado en Florida, el general retirado venezolano Antonio Rivero confirma que hay áreas estratégicas del Ejército de su país controladas enteramente por los cubanos.
Según sostiene, el Gobierno de Raúl Castro mantiene en Venezuela "20.000 combatientes", una cifra imposible de confirmar y juzgada excesiva por algunos expertos.
Los observadores coinciden, en cambio, respecto al hecho de que los cubanos controlan todos los resortes de la inteligencia y la seguridad en Venezuela.
El manejo de la transición tras la muerte de Chávez en 2013, marcada por la exaltación de la revolución bolivariana, sería una muestra perfecta de la influencia ideológica de La Habana.
Sin embargo, Michael Shifter, del grupo de reflexión Diálogo Interamericano, con sede en Washington, duda de afirmaciones según las cuales La Habana domina por completo las decisiones del Gobierno venezolano. "Hay pocas pruebas reales", dijo.
Desde el comienzo de las manifestaciones contra el Gobierno de Maduro, en abril, La Habana no ha dudado en respaldar a su aliado, mientras la oposición venezolana la acusa de ser directamente responsable de la violencia, que ha causado hasta ahora 125 muertes.
"Venezuela tiene años intervenida militar y políticamente por Cuba, no solo afectando nuestra soberanía e independencia, sino también constituyendo una de las principales causas de la violencia y la represión por parte del Gobierno", afirma la coalición opositora venezolana Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Sin duda, para La Habana la salida de Maduro sería un duro golpe, pues la economía de la Isla depende del petróleo venezolano como si fuese oxígeno.
"Los cubanos tienen la intención de hacer todo lo que esté a su alcance para que uno de sus más sólidos aliados y apoyo financiero permanezca en el poder. Buscan supervivencia política y proyección geopolítica", señaló Shifter.
Para Paul Webster Hare, profesor de relaciones internacionales en la universidad de Boston, Estados Unidos, y exembajador británico en Cuba, una caída de Maduro "sería vista como un innegable fracaso de la estrategia política cubana".