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Sociedad

¿Poca cocaína y marihuana, y mucho de las demás?

Muy al contrario de lo que los diputados cubanos quisieran, entre nuestros jóvenes el consumo de drogas no va acompañado de sentimientos de repudio.

La Habana

Un vídeo circuló de móvil en móvil a lo largo de la semana, hace poco alcanzó más de 100.000 vistas en Facebook. En él, dos jóvenes cubanos aparecen completamente bajo el efecto de alguna droga mientras sus "amigos" tratan de ayudarlos y los filman.

El pasado martes 11 de junio, en la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular se hizo hincapié en la penetración mínima de droga en nuestro país. El jefe de la Policía Nacional Revolucionaria, general Jesús Becerra, insistió en que Cuba no permitiría ese tipo de flagelos. En tanto, el fiscal general Darío Delgado Cura afirmaba: "No constituye un problema generalizado (el uso de drogas)".

Los debates se enfocaron generalmente en dos tipos de estupefacientes: cocaína y marihuana. Pero se dejaron fuera otro tipo de sustancias cuyo consumo ha visto un aumento considerable, sobre todo entre los jóvenes. Se trata de los "químicos".

Uno de los jóvenes del vídeo citado manifiesta claros síntomas alucinógenos. Cuando cae al desagüe, comienza a nadar utilizando las manos mientras grita. El otro, mientras tanto, se encuentra totalmente inconsciente. Ninguno de los dos reacciona a los golpes o gritos de los demás, ni siquiera cuando gritan que los tiren al río.

Episodios parecidos han estado ocurriendo a causa del consumo de marihuana fumigada con productos químicos, para lograr que se acentúen sus propiedades. "Cielo Azul", "Diablo Rojo" y "La Bailarina" son algunas de las variedades más difundidas. Sin embargo, es "La Flaca" la que más problemas y popularidad ha alcanzado. Aunque ninguna fuente ha podido confirmar con qué sustancia es fumigada, la gran mayoría coincide en que pudiera ser ketamina, una anestesia para uso veterinario.

Aunque una pequeña bolsa de marihuana con "químico" cuesta lo mismo que una natural, 5,00 CUC, su potencia hace que más consumidores puedan "unirse" para compartir gastos y "disfrutar" en común de la experiencia. En el vídeo, cuando uno de los jóvenes recoge el cigarro del suelo se crea una pequeña disputa, resuelta finalmente cuando uno de los dos dice: "Yo te voy a invitar". Ni por asomo deciden, ante el estado de sus compañeros, botar la droga.

Ariel, joven que vio el vídeo, comenta: "Olvídate de eso. Después de gastarte 5,00 CUC no sueltas eso ni jugando. Lo más que harás es tratar de fumar poco para que no te suba tan fuerte".

Esta actitud no es poco común, debido a la deprimida economía cubana donde para la mayoría de la población 5,00 CUC es una suma a tener en cuenta.

Mientras la Asamblea Nacional asegura que, a diferencia de otros países de la región, en Cuba no se legalizará la marihuana, los jóvenes del video, al igual que muchos otros, se retiran a lugares apartados para consumir.

Muy al contrario de lo que los diputados cubanos quisieran, la difusión del vídeo entre nuestros jóvenes no va acompañada de sentimientos de repudio. Más bien pasa como una especie de curiosidad de lo que es un "mal viaje". Los jóvenes que lo ven se limitan a reír y hacer comentarios del tipo: "¡Tremendo arrebato!". Las reacciones demuestran que el consumo de drogas con fines recreativos se ha convertido en una realidad cercana para la mayoría.

Aunque la Asamblea Nacional se muestre profundamente conservadora, la mayoría de los jóvenes cubanos son liberales en el tema de las drogas. De hecho, muchos de ellos asocian su consumo con el mundo desarrollado donde "siempre que no molestes, te dejan tranquilo". La conclusión que sacan carece de criterios realmente fundamentados, pero la idea ya está instalada en la conciencia colectiva. Aunque manifiestan preocupación ante el estado de los jóvenes filmados, sus señalamientos se limitan a sugerir el uso de la marihuana "natural" o, en su defecto, fumar la "química" con moderación. Ninguno de ellos mira, por supuesto, las sesiones de una asamblea llena de diputados que hablan sobre un país que, al menos para los jóvenes del vídeo, no existe.

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