El congresista republicano por Jonesboro, Arkansas, Rick Crawford quiere remover barreras al comercio con La Habana y, a la vez, resarcir a los afectados por el Gobierno de la Isla.
Crawford ha propuesto una legislación que busca abrir el marcado cubano a los productores agrícolas estadounidenses y agregar a las ventas un 2% de recargo para destinarlo a compensar a estadounidenses cuyas propiedades fueron confiscadas por el régimen de Fidel Castro, informa la publicación Ankansas Online.
La legislación vigente prohíbe a los productores agrícolas estadounidenses conceder créditos al Gobierno cubano, que tiene el monopolio de las importaciones. La propuesta de Crawford eliminaría esa restricción.
Esfuerzos anteriores por cambiar la ley se han encontrado en el Congreso con una fuerte oposición de los legisladores de Florida, donde reside la mayor cantidad de exiliados cubanos.
Una primera versión de la Ley de Exportaciones Agrícolas de Cuba, no incluyó la tasa del 2% cuando Crawford la propuso en enero.
El congresista dijo este viernes que planea presentar una versión enmendada de su legislación la próxima semana para reflejar el cambio. El legislador estima que la cuota del 2% generaría aproximadamente 30 millones de dólares al año inicialmente, llegando a quizás 60 millones de dólares en un plazo de entre cinco a siete años.
La Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras de Estados Unidos revisó 8.821 reclamaciones contra el Gobierno cubano y determinó que 5.913 de ellas eran válidas. El monto total adeudado era inicialmente de unos 1.900 millones, según el sitio web del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Con el interés acumulado durante décadas, la cifra ha subido a 8.000 millones, señaló un estudio de Brookings Institution.
Incluso si la legislación es aprobada, la deuda no sería pagada en el corto plazo, reconoce Crawford. "Pero este es un significativo paso adelante", opina. "Que yo sepa, nunca ha habido ningún intento de abordar este problema antes".
Crawford, que representa al principal distrito productor de arroz del país, quería revertir las restricciones comerciales el año pasado, pero retrocedió con la esperanza de poder encontrar una propuesta que recibiera más apoyo. Desde entonces, dice, ha estado trabajando para alcanzar un compromiso que satisfaga a los floridanos.
"Lo que estamos tratando de hacer es asegurarnos de que sus preocupaciones han sido tenidas en cuenta", afirma. "Esta es realmente la última pieza del rompecabezas que cae en su lugar, y creo que (…) tenemos una buena oportunidad para conseguir llevar esto a la línea de meta".
La legislación cuenta actualmente con 39 copatrocinadores. Crawford dice que espera reunirse con funcionarios de la Casa Blanca la semana próxima para discutir la propuesta.
El legislador cree que el Gobierno de Donald Trump diseñara una política de libre comercio "pro-América" que proteja los intereses estadounidenses.
"Es un individuo avanzado y no hay razón para pensar que va a volver a las políticas de embargo de la Guerra Fría", considera.
Se prevé que Trump anuncie en los próximos días cambios en la estrategia hacia la Isla. El presidente estadounidense prometió durante su campaña revisar la política de su antecesor, Barack Obama, y buscar con La Habana un acuerdo más provechoso para los intereses estadounidenses y para los derechos humanos en Cuba.
Pese al optimismo de Crawford, John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, dijo que su legislación es matemáticamente inadecuada.
La cuota del 2% no reuniría suficiente dinero para pagar los 8.000 millones de dólares de la deuda. Ni siquiera cubriría los intereses sobre la deuda, agregó.
En cambio, otorgaría a La Habana crédito adicional en un momento en que la economía cubana está en peligro."Esto es solo un desastre horrible de pieza de legislación", afirmó.