"Dudo mucho que haya comunistas en Cuba, probablemente ni siquiera la nomenclatura que disfruta todavía del sistema cree seriamente que esa forma de Gobierno, de organización de la sociedad, puede traer modernidad, justicia social. Me parece imposible. No creo que desde la desaparición de la URSS y la conversión de China Popular en un capitalismo autoritario vaya a perdurar", afirmó el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en entrevista con el diario español ABC.
"Creo que Cuba se va abrir a la corta o a la larga —más bien a la corta—. El experimento comunista clarísimamente es un fracaso total", añadió.
Según el escritor, este experimento de la izquierda "se va extinguiendo, va quedando en los márgenes, lo cual no quiere decir que la democracia no tenga adversarios o enemigos. Creo que el populismo es el gran desafío que tiene la democracia. Pero lo que representó el comunismo forma parte del pasado".
Sobre el medio siglo de novelas como Tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, anotó que sus autores "fueron parte de una promoción de escritores que devolvieron a nuestra lengua una modernidad, una vivacidad y una creatividad que contribuyó muchísimo a su expansión fuera del marco del español".
"Tenemos hoy la perspectiva para hacer un juicio responsable. No están demasiado lejos todos esos libros como para convertirlos en leyendas pero sí para poder juzgarlos con ecuanimidad, imparcialidad y saber lo que representaron", precisó.
Vargas Llosa estará el próximo 22 de marzo en la Fundación Areces de Madrid conversando con el director de ABC, Bieito Rubido, sobre su experiencia creadora, la visión de la literatura iberoamericana, así como sobre los desafíos del mundo actual y la respuesta que el periodismo está ofreciendo para preservar la cultura dialogante de la democracia liberal.
El premio Nobel es un crítico de La Habana. En 2015 cuestionó la apertura de la Administración de Barack Obama.
Los acercamientos entre ambos gobiernos dejan a muchos "desconcertados", porque "provocan mucha inquietud de cubanos defensores de la democracia, que ven que es una especie de oxígeno que recibe el Gobierno cubano (...) sin hacer concesiones a la libertad", dijo Vargas Llosa en aquel entonces.
En 2014, con motivo de la celebración de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la capital cubana catalogó a Fidel Castro de "ser prehistórico" y a la cumbre de "grotesca".