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Sociedad

Un cubanoamericano dirige el equipo médico que logra el trasplante de cara más complejo hasta la fecha

El cirujano Eduardo Rodríguez señaló que el paciente, cuyo rostro era una enorme cicatriz, podrá recuperar la visión perdida.

Nueva York

Un equipo médico de Nueva York, liderado por el especialista cubanoestadounidense Eduardo Rodríguez, ha realizado el trasplante de cara más complejo jamás hecho hasta la fecha, a un bombero que necesitaba tejidos en el rostro, el cráneo y parte del cuello, informó hoy el NYU Langone Medical Center.

El paciente, identificado como Patrick Hardison, de 41 años, fue intervenido hasta en 71 ocasiones por la unidad que dirige Rodríguez, la misma que realizó en Francia en 2005 el primer trasplante de cara de la historia.

La intervención, que se realizó en agosto pasado y duró 26 horas, fue posible gracias a los tejidos de un joven donante que murió en un accidente de bicicleta este año en Brooklyn, según explicó la institución neoyorquina.

Hardison sufrió quemaduras de tercer grado hace catorce años cuando trabajaba como bombero voluntario y al entrar en una casa en llamas en busca de una mujer, el techo se derrumbó sobre él.

En un primer momento se le realizó un trasplante con tejidos de sus propias piernas, pero perdió las orejas, los labios, la mayor parte de la nariz y los ojos.

En unas declaraciones a los medios, el cirujano cubano Eduardo Rodríguez explicó que antes del verano (desde el 21 de junio en el hemisferio norte) Hardison "se había quedado prácticamente ciego". "Su cara era solamente una cicatriz gigantesca", recordó el especialista.

El paciente podrá recuperar la visión e incluso, según el equipo médico del hospital neoyorquino, volver a manejar vehículos.

Hardison está recibiendo todavía cuidados y terapia pero podrá volver a su casa en Misisipi a tiempo para celebrar con su familia el Día de Acción de Gracias, que se celebrará el próximo 26 de noviembre.

Sobre su rehabilitación, Rodríguez destacó lo bien que lo está llevando el paciente y destacó que fue muy satisfactorio para el equipo saber que Hardison pudo ir hace unos días a un centro comercial de Nueva York sin acaparar las miradas de todo el mundo.

"Antes se me quedaba mirando todo el mundo y ahora soy un tipo que pasa desapercibido", señaló el paciente. La operación corrió a cargo del propio hospital neoyorquino.

Un artículo publicado este martes en La Opinión, destaca la labor del doctor Rodríguez, que como hijo de inmigrantes, basó su éxito en la educación que gracias a sus padres pudo recibir en Estados Unidos.

"Este es un país donde una persona con esfuerzo personal y con el apoyo de su familia puede lograr lo que sea. El nivel de educación que existe aquí no se puede superar en cualquier otro lugar", dijo el cirujano.

"Para mí esto comenzó como una curiosidad; estaba evaluando a pacientes que estaban regresando de las guerras de Afganistán e Irak, y no teníamos otra manera de mejorarles la vida sino era con un trasplante de cara", agregó.

"El primer trasplante de cara fue en el 2005, y después se han hecho muchos, pero teníamos que superar la función y la apariencia de los recipientes. Queríamos que estos pacientes se pudieran reincorporar a la sociedad y que no se sintieran diferentes a cualquier otra persona, y para mí esto ha sido un orgullo muy grande", concluyó el galeno.

La cirugía de Hardison fue costeada por una beca de investigación del NYU Langone Medical Center y se espera que procedimientos similares se realicen en este hospital neoyorquino en el futuro.

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