La sexóloga Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro, negó en declaraciones al diario Tiempo Argentino que en la Isla se produzcan asesinatos de mujeres.
"Nosotros no tenemos, por ejemplo, femicidios. Porque Cuba no es un país violento", dijo la directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Añadió que esto es "un efecto de la Revolución".
Aunque realizan campañas a favor de los derechos de la mujer y para propagandizar los "avances" cubanos en ese sentido, el Gobierno y los medios de prensa en la Isla, todos oficiales, no suelen publicar reportes y datos sobre la violencia contra las mujeres.
En Cuba, "la cosa buena es que las mujeres estamos organizadas y eso da mucha fuerza", dijo Castro Espín en aparente referencia a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que fundó su madre, la fallecida Vilma Espín, y que es controlada por el Gobierno.
"Se ha trabajado en el empoderamiento y hoy somos el tercer o cuarto país con mayor presencia de mujeres en el parlamento, hay mayor número de graduadas universitarias mujeres, hay paridad salarial desde 1959", añadió.
En cuanto a la prostitución, otro tema sobre el cual el Gobierno suele rechazar dar cifras, la sexóloga dijo: "No la consideramos trabajo, porque en Cuba hay otras alternativas, pero al que se persigue es al proxeneta. Hay muchas cosas que inciden y hay que tratarlas cuidadosamente para no estigmatizar".
La hija de Raúl Castro volvió a justificar la actuación del régimen de su tío Fidel Castro contra los homosexuales y la persecución y discriminación que estos han sufrido durante décadas en la Isla.
"Todo el mundo quería que la primera revolución de América Latina fuera perfecta. Pero no es posible. Los pueblos que quieran hacer revoluciones lo entenderán. No se puede saberlo todo, se cometen errores", dijo Castro Espín.
"Mi papá siempre me decía: 'Fue un salto al abismo. Queríamos hacer justicia, pero no sabíamos cómo se hacía'", añadió. "No sabíamos cómo gobernar revolucionariamente, porque no es lo mismo que ser revolucionario".
Defendió a la generación que llevó y mantuvo en el poder a su padre y su tío. "Ha hecho un gran esfuerzo, le merecemos un respeto que no podemos obviar. Porque lo nuevo y lo renovador cree que siempre tiene las mejores respuestas, pero las ideas biologicistas o patologizadoras también fueron vanguardia", afirmó.
Según Tiempo Argentino, Castro Espín visitó Buenos Aires para participar de unas jornadas realizadas por el Ministerio de Educación en el marco del programa de Intercambio sobre Buenas Prácticas en Educación Sexual Integral (ESI).