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Economía

El Gobierno: gran beneficiario de las remesas familiares

Los pequeños empresarios cubanos no tienen personalidad jurídica.

La Habana

Es errónea la afirmación de que las remesas son el motor más potente de la economía cubana, sobre la base de que su monto en los últimos años ha superado holgadamente el de los principales rubros exportables del país, como el azúcar y el níquel.

El uso que en última instancia se le da a ese dinero debería reflejarse en el desarrollo y fortalecimiento de los pequeños negocios privados. Pero no es así.

En Cuba, la legislación vigente no reconoce a los pequeños propietarios privados como personas jurídicas. 

En países de América Latina que son grandes receptores de remesas, como México, Guatemala y El Salvador, el dinero de las remesas ha contribuido al desarrollo y fortalecimiento de una pequeña clase media, con un gran peso en los servicios, la agricultura, el trasporte, la construcción y la pequeña industria.

El 22 de junio, en la reunión del Consejo de Ministros en la que se anunció que el Producto Interno Bruto había crecido 4,7% en el semestre, y posteriormente, en la reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada el 15 de julio, el titular de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge, brindó un detallado informe sobre el comportamiento de la economía. Pero en ambos eventos no hubo la más mínima información sobre el monto de las remesas recibidas y su impacto en el crecimiento del PIB anunciado.

La cantidad de cubanos residentes en el Estado de Florida, de acuerdo a estadísticas de la Oficina del Censo de Estados Unidos, ascendía a 1.889.000 personas en 2011. En esa cifra estaban incluidos 801.000 descendientes directos de estos emigrados, nacidos en territorio norteamericano. Esa comunidad es la principal emisora de remesas a Cuba. Cada año, cientos de millones de dólares son enviados por esos cubanoamericanos de Florida a sus familiares residentes en Cuba.

El tema de las remesas es tabú para el Gobierno cubano. El monto nunca ha sido hecho público. No aparece en ninguna estadística y la prensa oficialista no está autorizada a abordar el asunto. Pero diferentes instituciones académicas que se ocupan de estudiar la economía cubana radicadas en varios países, calcularon que al cierre de 2013 el monto de las remesas —sin incluir las que envían los 100.000 cubanos residentes en España— oscilaba entre 1,4 y dos mil millones de dólares, cantidad que supera con creces la obtenida por exportación de azúcar, níquel, tabaco y medicamentos, solo superada por la recaudación bruta del turismo y la exportación de servicios médicos.

Las remesas son una fuente de entrada de dinero neto a las arcas del Estado, quien no tiene que invertir ni un centavo para obtenerlas. Por eso, por representar una inyección directa de capital que no demanda gasto o inversión alguna, contribuyen a la liquidez del país.

Aunque el Gobierno no lo reconoce, es un secreto a voces que las remesas han tenido y tienen un impacto positivo en la economía. Funcionarios gubernamentales, de manera criptica y con el empleo de un rebuscado metalenguaje, han tenido que admitirlo.

Esas divisas han servido y sirven como el capital inicial con que han contado las personas autorizadas para tener pequeños negocios privados.

Según un estudio realizado por el Centro de Estudios del Diálogo Interamericano, radicado en Washington, se calcula que el 55% de los cubanos que residen en Estados Unidos envían dinero por métodos convencionales a Cuba.

Contrario a lo que se afirma, ese dinero podría duplicarse no por la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, sino cuando La Habana se decida a otorgarle la categoría de persona jurídica a los pequeños empresarios privados.

En los 3.000 pequeños restaurantes y hostales que existen actualmente en Cuba han encontrado empleo miles de trabajadores contratados, pero sus empleadores, los propietarios, al ser persona naturales, no gozan de ninguna de las prerrogativas contempladas en el derecho mercantil.

El empoderamiento de los dueños de pequeños negocios privados, al ser reconocidos como personas jurídicas, sería lo que realmente propiciaría el aumento de las remesas, no el incremento de la demanda de alimentos y productos del hogar que ocurre desde hace años.

El mayor beneficiado por el envío de las remesas a Cuba es el Estado, el cual emplea la red de Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) como una gran aspiradora que se ocupa de recoger la mayor parte de la divisa que llega al país. Pero en esos establecimientos continúa vigente la leonina tasa del 240% sobre el precio original mayorista de importación de esos artículos.

Casi ocho meses después de entrar en vigencia, todavía los cubanos están ajenos a las doce medidas del Departamento del Tesoro norteamericano adoptadas en enero. Entre dichas medidas está la autorización del aumento del envío de remesas a 2.000 dólares por trimestre. Además, los norteamericanos que sean  autorizados a viajar a Cuba podrán traer hasta 10.000 dólares como remesas familiares o como donaciones a organizaciones religiosas o por motivos educativos.

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