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Emigración

Bajo presión de grupos irregulares, autoridades colombianas despejan el camino a los cubanos varados en Necoclí

Los primeros emigrantes han partido ya hacia la frontera con Panamá.

Turbo
Emigrantes cubanos durante el viaje.
Emigrantes cubanos durante el viaje. Diario de Cuba

Presionados por los paramilitares que controlan la zona, los municipios colombianos de Acandí y Necoclí, las empresas trasportadoras y las autoridades de la comunidad afro de Capurganá llegaron a un acuerdo que permitirá a 1.800 migrantes varados desde hace semanas en Necoclí, entre los cuales hay 700 cubanos, continuar su viaje hacia la frontera panameña.

Este jueves, un primer grupo de cerca de 80 cubanos salió hacia Capurganá en las cuatro primeras embarcaciones que partieron de forma legal desde marzo de 2020, mes en cual se suspendió tránsito de migrantes debido a la pandemia de Covid-19.

El tique tiene un costo de 65 dólares para los emigrantes, aunque a un viajero regular le cuesta 30 dólares. Consultados sobre esa diferencia de precio, transportistas dijeron que las embarcaciones que llevan a los emigrantes hacia Capurganá tienen que regresar vacías; además, que deben pagar diez dólares por la limpieza y recolección de basura dejada por los pasajeros en los cinco kilómetros de transito por el territorio de las comunidades afro.

Algunos de los cubanos se encuentran enfermos, como es el caso del esposo de Ailén Campo Ariza, quien sufre de esquizofrenia y desde hace dos meses no recibe tratamiento médico. Este emigrante (cuyo nombre no publica DIARIO DE CUBA por respeto a su intimidad) "atacó" esta semana la Alcaldía de Necoclí.

"Durante dos meses fuimos a diario a la Alcaldía a solicitar apoyo y medicamentos para mi esposo, pero siempre encontramos una negativa. Esto generó una fijación de mi esposo", dijo Campo Ariza. "Él se me escapó ayer, buscó hablar con el alcalde y el vigilante le cerró la puerta. Al verse encerrado, cogió un frasco y rompió el vidrio. La Policía lo detuvo y en la celda se intentó ahorcar", relató minutos antes de subir a la embarcación en Necoclí.

Campo Ariza expresó su mayor temor: "mi esposo va sin medicamentos, temo que en un arranque salga corriendo por la selva".

El grupo ilegal armado Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) han dado de plazo hasta el domingo 7 de febrero para que todos los emigrantes varados en Necoclí salgan de la zona, pero unos 25 cubanos no cuentan con los 65 dólares necesarios para pagar el pasaje hasta Capurganá, advirtió Campo Ariza.

DIARIO DE CUBA pudo hablar con una persona que se mueve en el mundo del tráfico de emigrantes en el Darién-Urabá colombiano. "Los alcaldes de Necoclí y Acandí y las autoridades migratorias no se ponían de acuerdo en una solución para los migrantes varados" en Necoclí, algunos durante más de dos meses, dijo.

"A raíz de las protestas de los migrantes, del hacinamiento y de las condiciones en que estaban, llegó la orden (de las AGC): todos migrantes tiene que salir antes del domingo 7 de febrero. Ahí sí todo el mundo copió; ni salvoconducto: van a salir", añadió la fuente.

DIARIO DE CUBA comprobó que los a los migrantes no se les exigió ese permiso ni en Necoclí ni en Capurganá, localidad fronteriza con Panamá.

Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) son un grupo paramilitar de segunda generación que nació a raíz del incumplimiento, por parte del Gobierno de Colombia, de los acuerdos del proceso de sometimiento a la justicia de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia.

Las AGC, ante la ausencia de la institucionalidad, ejercen el papel del Estado de Colombia en territorios como Urabá y el Darién colombiano.

DIARIO DE CUBA fue el único medio de prensa que pudo acompañar al primer grupo de emigrantes que salió de Necoclí hasta el primer campamento en la selva del Darién colombiano.

A la llegada al puerto de Capurganá, todo estaba listo para que los migrantes continuaran su viaje. Varios motocarros los esperaban en una esquina del pueblo y, por diez dólares por persona, los trasladaron hasta el pie de la primera montaña de la selva.

Una vez allí, los emigrantes tuvieron que subir durante una hora la escarpada loma. En un rellano, eran esperados por guías autorizados por las comunidades negras, quienes los llevarían hasta el punto conocido como Muro Dos, uno de los que marcan la frontera entre Colombia y Panamá.

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2 comentarios

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"Durante dos meses fuimos a diario a la Alcaldía a solicitar apoyo y medicamentos para mi esposo, pero siempre encontramos una negativa". Y cuántas veces fuiste al poder popular a pedir y exigir tus derechos allá en cuba?

Profile picture for user Peña Tico

Sr Are, puede que allá haya presentado alguna queja,
pero de seguro su petición fue "elevada" y se está esperando que caiga