Cuatro mujeres cubanas que vivían presuntamente en situación irregular en Tula, región ubicada al sur de Moscú, fueron expulsadas de Rusia tras ser encontradas culpables de infracciones administrativas.
Así lo dictaminó el 3 de abril último el Tribunal de Distrito de Proletarsky, región rusa donde las cubanas fueron detenidas y enjuiciadas, reportó el medio local TulaPress.
Las cubanas se nombran Y. Leyva Velázquez, N. González Batista, D. Y. Hicke Braffo y R. E. Díaz Sánchez, indicó la nota periodística. El Tribunal decidió que todas violaron el régimen de residencia por estancia en la Federación de Rusia, que autoriza a viajar desde la Isla a la nación euroasiática por tres meses.
Las cubanas fueron condenadas a una multa administrativa de entre 2.000 y 3.000 rublos y a tres de ellas se les impuso la expulsión forzosa de la Federación de Rusia. Por su parte, a Díaz Sánchez el Tribunal la sentenció a la misma sanción, pero en la forma de "salida autocontrolada", precisó el reporte. Esto último significa que la mujer saldrá del país por su cuenta.
Con estas expulsiones, suman 11 los migrantes cubanos que han sido enjuiciados y deportados de Rusia en poco más de una semana, según reportes locales.
Previamente, el Tribunal de Aleksin, distrito de la propia región de Tula, decidió la expulsión por la fuerza de dos cubanos que violaron el régimen de estancia en ese país, mientras que en Sebezh, cerca de la frontera con Letonia, una madre cubana con tres hijos, dos de ellos menores de edad, fueron detenidos, multados y deportados.
Otro turista cubano que se alojó en la ciudad de Ivánovo, en el centro de Rusia, fue multado y expulsado "por violar el régimen de estadía" y "evadir la salida del país al final del periodo de estadía". El individuo, cuya identidad no fue revelada, llegó a Rusia en agosto de 2023 y no regresó a Cuba debido a "la carencia de fondos" monetarios para comprar un pasaje.
Estos hechos se producen luego de que Moscú lanzara una dura campaña contra los extranjeros en condición irregular en ese país a raíz del ataque terrorista contra el centro comercial Crocus, cerca de la capital rusa, que es el peor en dos décadas en ese territorio, y dejó al menos 150 muertos.
La semana pasada, Vladimir Putin llamó a combatir la inmigración ilegal, tras el brutal atentado perpetrado el 22 de marzo por cuatro presuntos terroristas de origen tayiko. "Hemos pagado un alto precio y todo el análisis de la situación debe ser sumamente objetivo y profesional", dijo Putin, dirigiéndose a la plana mayor del Ministerio del Interior ruso, según un reporte de EFE.
Putin consideró prioritario contener el flujo de inmigrantes ilegales, por lo que propuso crear bases de datos digitales con datos biométricos, ya que las actuales son "insuficientes". También subrayó que Rusia necesita cambiar "radicalmente" la actual política migratoria y defendió "el principio de que solo pueden venir a vivir y trabajar en Rusia aquellos que respetan las tradiciones, el idioma, la cultura y la historia" del país.
"Ese principio debe ser decisivo", dijo, y resaltó que la inmigración ilegal es el caldo de cultivo del extremismo, otra de las prioridades de Interior. Al respecto, denunció que los grupos criminales colaboran con servicios secretos extranjeros y estructuras radicales en el tráfico de personas, armas y drogas.
Y si bien consideró "inadmisible" utilizar el reciente atentado terrorista para fomentar la xenofobia, la islamofobia y el odio étnico, lo cierto es que estos fenómenos se han disparado en Rusia, después que la masacre agitara la indignación de los rusos con la inmigración irregular y los casos de corrupción a la hora de conceder de manera fraudulenta a extranjeros, en su mayoría oriundos de las repúblicas centroasiáticas, permisos de residencia o la ciudadanía.
Los cubanos viajan a Rusia desde hace años sin visa, con permisos por 90 días. En una primera etapa, muchos hacían allí turismo de compras, pero en los últimos tiempos una cifra desconocida usó ese territorio como puente para cruzar a Europa y, últimamente, miles se emplean como trabajadores.
DIARIO DE CUBA comprobó a inicios de año que en la nación euroasiática existen emprendedores cubanos que contratan viajes por carretera a la vecina Abjasia, territorio autoproclamado independiente de Georgia y reconocido por Moscú, para que los nacionales de la Isla renueven sus permisos de estancia cruzando la frontera y volviendo a ingresar a Rusia.
En el grupo de Facebook "Rusia para cubanos", llueven las reacciones. José Figueredo Castillo comentó: "Hay otros países que están dándole documentos a los cubanos: Uruguay, Brasil, México. Rusia no es una opción, allí solo te dan permiso por tres meses. Después del atentado, en Rusia la Policía no entiende y a todo el que cojan sin documentos lo van a expulsar. Allí el inmigrante no tiene vida".
Por su lado, Bárbaro Robles agregó: "Es cierto que solo los inmigrantes pueden estar en el país 90 días, pero le han abierto un fuego a los cubanos... Ni que fuéramos terroristas. Somos de países hermanos, deberíamos ayudarnos".
El antropólogo y etnólogo ruso Alexander Silantyev aseguró que en la actualidad hay entre 4.000 y 5.000 trabajadores migrantes cubanos solo en Moscú. Estos ven un contrato de trabajo en Rusia como una solución válida para la situación dantesca que viven en la Isla y como una salida migratoria.
Asimismo, cientos de cubanos viajaron a Rusia a partir de 2023 para sumarse como mercenarios a la invasión de Ucrania. Estos últimos, bajo la promesa de obtener la residencia para ellos y sus familiares tras al menos un año reclutados por las Fuerzas Armadas de ese país.
Las expulsiones de extranjeros de Rusia amenazan con complicar la situación económica nacional, tensada por la economía de guerra impuesta por el Kremlin a su industria, bajo sanciones de Occidente, que no tiene suficiente mano de obra y siempre ha dependido de la importación de trabajadores baratos de países exsoviéticos y, últimamente, de naciones como Cuba, India y Nepal.
El comité Zonal de Mulaticos cubanos, nagues y aseres en el exilio, de la región de Tula ha protestado oficialmente ante el gobernador de la región, por la expulsión de algunas de las damas de compañía de la orden de las capirras de Atarés radicadas allí, amenazan con huelgas indefinidas
( No huelgas de hambre porque ya pasaron mucha en Cuba) de no satisfacer sus demandas. Noticia en desarrollo.
Y los que quedan y no se apunten de carne de cañon estan en remojo......
Yo creía que los cubanos eran los compañeritos de los rusos. Y que tienen que ver los cubanos con los musulmanes terroristas en sus territorios.
....son palestinos orientales....