La justicia británica aplazó este martes su decisión sobre si concede al periodista Julian Assange un último recurso contra su extradición a EEUU, y pidió a Washington más "garantías" sobre el trato que reservaría al fundador de WikiLeaks, informó la agencia AFP.
Los jueces de la Alta Corte de Londres dieron un plazo de tres semanas a las autoridades estadounidenses, que quieren juzgar al hacker australiano de 52 años por una filtración masiva de documentos confidenciales.
Con esto, pretenden asegurarse que Assange pueda acogerse a la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la libertad de expresión, y que no será condenado a la pena de muerte, según un resumen del fallo.
"Si no se presentan estas garantías" en ese plazo, Assange podrá apelar su extradición, aceptada en junio de 2022 por el Gobierno británico, decidieron los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson.
Si se ofrecen dichas garantías, entonces se celebrará una nueva vista el próximo 20 de mayo. Los jueces deberán determinar si son o no satisfactorias y si Assange puede o no beneficiarse de un último recurso contra su extradición.
En caso de derrota, a Assange solo le quedaría recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que suspenda la extradición, pero los plazos son muy justos.
Su esposa, Stella Assange, tachó de "increíble" la decisión del martes, que según ella equivale a solicitar "una intervención política de EEUU".
Numerosas voces pidieron al presidente estadounidense, Joe Biden, que retire los 18 cargos impuestos contra Assange durante el primer mandato de Donald Trump en virtud de una ley sobre espionaje de 1917.
"EEUU debe poner fin a su persecución de Assange por motivos políticos, que pone en peligro a Assange y a la libertad de los medios de comunicación en todo el mundo", declaró Simon Crowther, asesor jurídico de Amnistía Internacional.
En las últimas semanas, los familiares y allegados de Assange, recluido durante cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, han alertado del deterioro de su salud. Su defensa también advierte sobre el riesgo de suicidio en caso de extradición.
Según dijo su abogado, Edward Fitzgerald, el australiano está siendo juzgado por "prácticas periodísticas ordinarias" consistentes en "obtener y publicar información".
La abogada Clair Dobbin, que representa al Gobierno estadounidense, argumentó que Assange había publicado "indiscriminadamente y a sabiendas los nombres de personas que servían como fuentes de información para EEUU".
EEUU intentó despejar los temores sobre el trato que recibirá si es extraditado y aseguró que no será encarcelado en la prisión de alta seguridad de Florence, apodada la "Alcatraz de las montañas Rocosas", y que tendría la atención clínica y psicológica necesaria.
Assange pudiera recibir una condena de hasta 175 años de cárcel por la publicación de más de 700.000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, particularmente en Irak y Afganistán.
Entre ellos se encuentra un video que muestra a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak, en julio de 2007.
Assange fue arrestado por la policía británica en 2019 tras pasar siete años en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar su extradición a Suecia por una investigación por violación, desestimada posteriormente.