Elecciones hechas a la medida de Maduro generan tensión diplomática con aliados del chavismo

De forma sorpresiva, las primeras voces críticas no fueron las habituales de EEUU y la Unión Europea. Las cancillerías de Colombia y Brasil, casi al unísono, cuestionaron el proceso de inscripción de candidaturas presidenciales en Venezuela, y tuvieron respuestas airadas de Caracas, con lo cual se abrió una tensión diplomática que también alcanza a Argentina.

El proceso de inscripción de candidaturas de cara a los comicios del 28 de julio cerró oficialmente el lunes 25 a la medianoche en Venezuela. Ni la candidata opositora María Corina Machado, electa en elecciones primarias a fines de 2023, ni la académica Corina Yoris, sustituta designada por la aspirante inhabilitada administrativamente, pudieron inscribirse.

Durante todo el 25 de marzo, hasta que concluyeron oficialmente las postulaciones, el sistema electrónico del Consejo Nacional Electoral (CNE) impidió que la alianza opositora Plataforma Unitaria, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pudiese registrar una candidatura.

A los rechazos esperados de Bruselas y Washington, se sumó de forma expedita e inesperada sendos comunicados de Brasilia y Bogotá. Los gobiernos de Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, que en general han sido condescendientes con el chavismo, cuestionaron el proceso de inscripción de candidaturas, como arranque del proceso que en cuatro meses llevará a unas elecciones en las que Nicolás Maduro busca ser reelecto y, en caso de lograrlo, gobernaría al país hasta 2030.

"Colombia expresa su preocupación por los recientes acontecimientos acaecidos con ocasión de la inscripción de algunas candidaturas presidenciales, particularmente en lo relativo a las dificultades que enfrentaron sectores mayoritarios de oposición como la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y el Movimiento Vente Venezuela, entre otros", señaló la Cancillería de Colombia.

Por su parte, el Gobierno brasileño también expresó su "preocupación" por el desarrollo del proceso electoral en Venezuela y aseguró que la serie de "impedimentos" para la inscripción de la candidatura de Corina Yoris "no es compatible con los acuerdos de Barbados". Sobre Yoris, una académica de 80 años y presentada por Machado como su sustituta, no pesaba ninguna decisión judicial o administrativa que le impidiese registrarse como candidata.

En comunicados con un lenguaje destemplado y al parecer inspirado en el castrismo, la Cancillería de Venezuela acusó a Bogotá y Brasilia de "injerencistas" y aseveró que las comunicaciones de esas cancillerías reproducían el lenguaje del Departamento de Estado de EEUU.

A las tensiones con países aliados, el Gobierno de Maduro sumó otro frente de tensión diplomática con Argentina. En un comunicado oficial, el Gobierno argentino instó al chavismo a garantizar la seguridad y el bienestar del pueblo venezolano, así como a convocar elecciones transparentes, libres y democráticas, "sin proscripciones de ningún tipo".

Buenos Aires, asimismo, confirmó que le ha dado protección en su embajada a seis militantes de Vente (el partido de Machado) a los que la Fiscalía, ente afín al Gobierno de Maduro, dictó órdenes de detención. Entre los acogidos por la delegación diplomática figuran dos estrechos colaboradores de Machado: Pedro Urruchurtu, encargado de las relaciones exteriores de la campaña, y Magallí Meda, responsable de las comunicaciones y quien forma parte del círculo íntimo de la líder conservadora.

El Gobierno de Argentina denunció además que le fue cortado el servicio eléctrico a la embajada este martes y denunció que el régimen de Maduro incumple con convenios internacionales.

Entretanto, según pudo conocer DIARIO DE CUBA, diversas gestiones diplomáticas abrieron la opción de forma excepcional este lunes para que la tarjeta MUD pudiese inscribir a Edmundo González Urrutia.

La postulación del veterano diplomático y estudioso de las relaciones internacionales se asume como temporal mientras transcurren negociaciones al interior de los factores de oposición, cuya unidad quedó seriamente afectada luego de que el gobernador del estado (provincia) de Zulia, Manuel Rosales, se inscribiera de forma unilateral como candidato presidencial al filo de la medianoche del lunes.

El partido de Rosales, Un Nuevo Tiempo, fue el único partido opositor que quedó con tarjeta propia en este 2024, luego de diferentes acciones tanto del CNE como del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que dejaron inhabilitados a los movimientos opositores o les asignaron sus siglas a figuras afines al chavismo.

Con todas estas piezas, aparentemente sueltas, la oposición venezolana deberá repensar su estrategia. "No nos gusta la manera como nos acorralaron, sin embargo, no olvidemos que estamos ante una dictadura y tenemos que ver cómo hacemos para lograr que esta implosione. No nos precipitemos y pensemos cuál, vista las circunstancias, debe ser nuestra próxima jugada", sostuvo el exdiplomático Emilio Figueredo, director del portal Analítica.

Figueredo, junto a otros analistas y estudiosos de la política local, sostiene la tesis de que debe producirse un acercamiento entre Rosales y Machado. De acuerdo con el ex candidato presidencial Henrique Capriles, ya se produjo una primera reunión entre estos, pero deben generarse más espacios de encuentro que se traduzcan en acuerdos.

La candidata electa como tal en una primaria y el gobernador efectivamente inscrito para las presidenciales, han sido tradicionalmente figuras antagónicas en la dinámica opositora de Venezuela.

Empero, en este contexto, el uno sin el otro estarían ambos destinados al fracaso, según adelantan expertos electorales. Es improbable que Machado sea habilitada o que se le permita designar libremente a un sustituto, y Rosales no podría triunfar si la líder no le suma apoyo. El chavismo apuesta a dividir a la oposición y a incentivar el abstencionismo. Machado se ha cuidado de llamar a no votar en julio, como respuesta a lo que ha ocurrido.

El proceso de inscripción, finalmente cerrado ya según las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al Gobierno de Maduro, también recibió críticas, como ha sido habitual ante los desmanes del chavismo, de la Unión Europea y de EEUU.

"La UE está profundamente preocupada y lamenta el proceso irregular y opaco que ha impedido a algunos partidos de la oposición inscribir a sus candidatos presidenciales en Venezuela", señaló la Unión Europea desde Bruselas.

"Estamos trabajando con otros miembros de la comunidad internacional para garantizar que los venezolanos puedan participar en elecciones inclusivas y competitivas e instamos a los representantes de Maduro a permitir que todos los candidatos se postulen", sostuvo por su parte la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Ante los señalamientos, el Gobierno de Maduro ha respondido casi de inmediato. El canciller venezolano, Yván Gil, descalificó en sus redes sociales a lo señalado por Bogotá: "La Cancillería colombiana da un paso en falso y comete un acto de grosera injerencia en asuntos que solo le competen a los venezolanos".

"La Unión Europea, la misma que apoyó la farsa de (Juan) Guaidó (como presidente interino), que ha irrespetado nuestra institucionalidad y violado todos los principios del Derecho Internacional, con el seguidismo a la política exterior de Washington, se hunde nuevamente en el fango del intervencionismo", aseveró Gil ante lo señalado por la UE.

Y en un comunicado oficial se respondió a Brasilia: "La República Bolivariana de Venezuela repudia el gris e injerencista comunicado, redactado por funcionarios de la Cancillería brasileña, que pareciera haber sido dictado desde el Departamento de Estado de EEUU".

Con esta serie de pronunciamientos, al menos en público, el chavismo no da señales de enmendar su actuación al iniciarse el proceso electoral.