El término santuario está muy relacionado con aquellas áreas protegidas para la flora o fauna que está amenazada o francamente en extinción. Para muchos periodistas latinoamericanos, así como medios de prensa, especialmente de Centroamérica, Costa Rica ha pasado a ser una suerte de santuario.
El año pasado, cuando publicó su balance mundial, la entidad Reporteros Sin Fronteras (RSF) sostuvo que "la libertad de prensa y la libertad de expresión son dos principios muy respetados en Costa Rica, lo que la convierte en una excepción en América Latina". Dicho contexto justamente ha permitido ofrecer protección y cobijo, según el diario argentino La Nación, a más de 150 periodistas y 20 medios centroamericanos, especialmente de la vecina Nicaragua, cuyo Gobierno justamente está entre los enemigos de las libertades informativas según la propia RSF.
Sin embargo, la ONG internacional advertía en relación con el Gobierno de Rodrigo Chaves, en Costa Rica, de un clima inusitado, ya que se registraron ataques verbales desde el poder en contra del trabajo periodístico.
"No creo que el actual presidente de Costa Rica ponga en peligro (la permanencia de periodistas exiliados en el país)", sostiene desde San José Raúl Silesky, reconocido defensor de la libertad de expresión y colaborador de la red internacional de RSF.
Ante preguntas formuladas por DIARIO DE CUBA en torno a este fenómeno, acerca de que su país se haya convertido en esa suerte de santuario para medios de prensa y periodistas de otros países, Silesky enfatiza que el discurso de Chaves, aunque es crítico de algunas empresas periodísticas locales, no constituye una amenaza para quienes han buscado cobijo allí huyendo de situaciones amenazantes o de riesgo en sus países de origen.
"Las acciones de estigmatización del presidente Chaves van en contra de los medios y periodistas locales críticos e independientes, por hechos que denunciaron durante la campaña electoral y, hoy día, informaciones sobre cosas que no le agradan", sintetiza el experto, quien igualmente está al frente del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (IPLEX), en la capital costarricense.
La Red Voces del Sur, un proyecto de monitoreo a la libertad de prensa en 14 países y en el que participan las principales organizaciones de protección de la libertad de expresión en América Latina, contabilizó que 171 periodistas de la región —de los cuales 75 eran mujeres— tuvieron que exiliarse entre los años 2020 y 2021.
La cifra ha crecido de forma importante, tras la ola autoritaria que recorrió a Centroamérica entre 2022 y 2023. Periodistas de Nicaragua, Guatemala y El Salvador debieron salir forzosamente de sus países. También tomó relevancia la mudanza de redacciones y empresas periodísticas tal como ocurrió con el portal Confidencial (Nicaragua), dirigido por el periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro, así como el medio digital pionero de la región, El Faro, que mudó su redacción de El Salvador a Costa Rica.
A mediados del año pasado, RSF publicó por primera vez un mapa sobre el flujo de periodistas exiliados en el mundo. En el caso de América Latina destacaron como países expulsores Venezuela, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala. La presencia de cuatro países centroamericanos de forma relevante evidencia la condición de excepción que tiene Costa Rica.
"La institucionalidad del país es muy sólida y la independencia de los Poderes de la República, especialmente el Poder Legislativo y el Poder Judicial, así como los entes de control como es la Contraloría General de la Pública son una garantía para el funcionamiento de la democracia y el ejercicio del periodismo tanto para los profesionales nacionales y extranjeros", apunta Silesky.
Costa Rica comparte frontera con Nicaragua, que literalmente es la otra cara de la moneda. A fines del año pasado la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció a Managua como el principal expulsor de comunicadores de la región.
De acuerdo con cifras compartidas por las SIP, más de 200 periodistas se encuentran en el exilio por los ataques en Nicaragua del "régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo", que "intensificó" los ataques a la libertad de prensa, expresión y religión, durante 2023.
La gran mayoría de periodistas nicaragüenses exiliados están en Costa Rica, pero también hay presencia significativa en España y Estados Unidos.
A juicio de Silesky, con un Gobierno de Chaves que está justamente a mitad de periodo y enfocado en sus críticas hacia determinados medios locales, no se visualiza una situación amenazante o de riesgo para los medios de prensa y periodistas exiliados que operan ahora desde Costa Rica.
"Costa Rica seguirá siendo, por el momento, un 'santuario' para los periodistas y medios perseguidos de la región y a los medios y periodistas nacionales la institucionalidad sigue siendo un fuerte escudo de defensa en la libertad de expresión y prensa", reafirma Silesky, quien tiene una amplia trayectoria, habiendo sido presidente del Colegio de Periodistas de Costa Rica entre 2002 y 2004, y luego entre 2009 y 2011.
En medio de una región en la cual ha avanzado de forma significativa el autoritarismo, Costa Rica y Uruguay son las dos excepciones, ya que se les considera democracias plenas, según el último Índice de Democracia de The Economist, y en 2023 se ubicó en la segunda casilla de todo el continente, después de Canadá, en el Índice de Libertad de Prensa de RSF.