Dina Boluarte pide una tregua a los manifestantes y la respuesta son más protestas

Perú vivió una de las jornadas más violentas de las protestas en el centro histórico de Lima, la capital, horas después de que la presidenta del país, Dina Boluarte, pidiera una tregua nacional a los manifestantes para entablar un diálogo.

Según reportes de AFP, las nuevas movilizaciones dejaron al menos tres periodistas heridos.

"Desde el primer minuto que asumí el Gobierno llamamos a una tregua al Congreso. Y ahora convoco a mi querida patria a una tregua nacional, para establecer una mesa de diálogo y fijar la agenda para cada región", declaró Boluarte en una rueda de prensa.

Desde principios de diciembre, cuando un fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo provocó su destitución y detención, han fallecido al menos 62 personas en el marco de los disturbios, que han dado lugar a enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes.

De acuerdo con la agencia AP, Boluarte afirmó en que mineros ilegales, narcotraficantes y contrabandistas formaban una "fuerza paramilitar" para buscar el caos con fines políticos.

Los fuertes enfrentamientos han sido una constante en medio de las marchas antigubernamentales en el país suramericano, manifestaciones con las que se pide la dimisión de Boluarte, la celebración inmediata de elecciones y la disolución del Congreso.

El miércoles, el Gobierno se comprometió ante la ONU a investigar las denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía en medio de las protestas que sacuden al país.

Las manifestaciones y los bloqueos en las carreteras continúan, paralizando el movimiento de miles de camiones en las vías intermunicipales, lo que ha dado lugar a desabastecimiento en las ciudades.

Las acciones, que se extienden ante el descontento social, han elevado la respuesta del Ejecutivo, que en las últimas horas anunció que envió más de 500 militares a la región de Puno, en el sur del país y una de las más azotadas por los enfrentamientos, para levantar las barricadas.

Además, el Gobierno informó que extiende por diez días más la inmovilización social obligatoria en esa región, lo que amplía el toque de queda y es complementaria del estado de emergencia, declarado hasta el próximo 15 de febrero.

Por otra parte, las autoridades anunciaron que el aeropuerto de Cusco, una puerta de entrada al icónico y turístico Machu Picchu, fue nuevamente cerrado debido a las protestas en esa región.