La Comisión Nacional de Sanidad de China informó que no publicará los casos diarios de Covid-19, justo después de conocerse que unas 248 millones de personas, el 18% de la población del país, dio positivo al virus en las tres primeras semanas de diciembre.
Las autoridades temen una avalancha de nuevas infecciones con motivo del Año Nuevo chino, para el que, según el Ministerio de Transporte, se esperan 3.000 millones de desplazamientos entre el 10 de enero y el 3 de marzo de 2023.
No obstante, el régimen abandonó por completo su política de intentar erradicar el virus con confinamientos masivos, como el aislamiento que soportaron durante dos meses los 25 millones de habitantes de Shanghái, y que derivaron en protestas masivas en grandes ciudades.
Pekín habría decidido ahora que, como en el resto de los países occidentales, el Covid sea tratado como una enfermedad endémica con la que hay que convivir.
Mas, la gran diferencia con buena parte del mundo y que explica la oleada de positivos y la alta letalidad en China es que la mayoría de su población de 1.400 millones de habitantes no han recibido la pauta completa de vacunación.
De acuerdo con la agencia oficial Xinhua, China gestionará el Covid-19 con medidas contra enfermedades infecciosas de Clase B, en lugar de enfermedades infecciosas de Clase A, tras cambiar la denominación del virus de "neumonía del nuevo coronavirus" a "infección del nuevo coronavirus".
La Comisión Nacional de Salud emitió un comunicado según el cual a partir del 8 de enero el nuevo coronavirus será retirado del protocolo de gestión de enfermedades infecciosas que requieren cuarentena.
Las autoridades descartarán por ello las medidas de cuarentena de personas contagiadas por el virus y dejarán de identificar casos cercanos y de designar zonas de alto y bajo riesgo, añadió el documento.
Los casos de Covid-19 recibirán tratamiento clasificado y se realizará un ajuste a las políticas de cuidado médico. El país también ajustará sus políticas de realización de pruebas, así como la frecuencia y contenido de publicación de información epidémica.
Después del ajuste, los esfuerzos de prevención y control del Covid-19 de China se concentrarán en la protección de la salud y la prevención de casos severos, así como en implementar medidas para proteger la vida de las personas y minimizar el efecto de la epidemia en el desarrollo económico y social.
Para algunos expertos, la medida podría aumentar la confusión y la desconfianza sobre la rapidez de los contagios o sobre el número de muertes por el virus.
Otra de las medidas adoptadas es dejar de exigir a los visitantes que llegan al país guardar cuarentena, un paso importante hacia la relajación de las restricciones en las fronteras, cerradas en gran medida desde 2020.
Datos de la plataforma de viajes Ctrip mostraron que, media hora después de conocerse la noticia, las búsquedas de destinos transfronterizos se habían multiplicado por diez. Macao, Hong Kong, Japón, Tailandia y Corea del Sur fueron los más buscados, según Ctrip.
Asimismo, las reservas de vuelos salientes aumentaron un 254% a primera hora del martes con respecto al día anterior.
La Administración Nacional de Inmigración de China anunció que reanudarán los trámites de solicitudes de pasaporte de los ciudadanos chinos que deseen viajar al extranjero, así como la aprobación de las visitas de residentes continentales a Hong Kong.
Ante este anuncio, países como India y Japón decidieron proteger a sus ciudadanos ante una posible llegada de turistas chinos a su país. Ambos exigirán una prueba negativa a viajeros procedentes de China, mientras que Japón obligará a los positivos a guardar una cuarentena de siete días.
La relajación, según expertos citados por Reuters, podría significar que el virus se está extendiendo en gran medida sin control en todo el país de 1.400 millones de personas. Pero las estadísticas oficiales mostraban solo una muerte por Covid-19 en los últimos siete días, lo que generó dudas entre los expertos sanitarios y los residentes sobre los datos oficiales.
Según los médicos, los hospitales están desbordados con un número de pacientes entre cinco y seis veces superior al habitual, la mayoría de ellos ancianos. Expertos sanitarios internacionales calculan millones de infecciones diarias y predicen al menos un millón de muertes por Covid-19 en China en 2023.