Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", otrora jefe de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reconoció el martes su responsabilidad en más de 20.000 secuestros realizados por esa guerrilla en el país, en una audiencia ante las víctimas y el tribunal que juzga los peores crímenes del conflicto colombiano.
Sentado frente a varios ex secuestrados y sus familiares en un auditorio de Bogotá, Londoño aceptó su responsabilidad por esos actos, acompañado por otros seis altos mandos de las FARC imputados por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), nacida del acuerdo que puso fin a la guerrilla.
En nombre de los 13.000 combatientes que firmaron la paz en 2016, el ex rebelde reconoció su "responsabilidad individual y colectiva frente a uno de los más abominables crímenes cometidos" por esa organización marxista, con estrechos vínculos con La Habana.
Fueron "fruto de una política que desembocó en crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra", dijo el líder, citado por AFP.
Los ex jefes guerrilleros Pablo Catatumbo, Julián Gallo, Pastor Alape, Milton Toncel, Rodrigo Granda y Jaime Alberto Parra también intervienen en las audiencias, que se extenderán hasta el jueves. La JEP los imputó por más de 21.000 secuestros y otros crímenes, como tortura y violaciones sexuales, cometidos entre 1990 y 2016.
"Timochenko" asumió además que convirtieron a los secuestrados en mercancía "en función de financiar un proyecto que reivindicaba la dignidad humana".
Aceptó que, en aras de mantener la seguridad de este grupo en los territorios, sometieron a los colombianos al secuestro, al igual que a "conductas no amnistiables que para nada nos pueden enorgullecer. En especial quiero destacar el de la desaparición, los casos que se dieron de violencia sexual y homicidio, que aunque no fueron políticas ni patrones, sí se presentaron".
Londoño, hoy cabeza del Partido Comunes y, hasta la firma del acuerdo, máximo dirigente de esa guerrilla, pidió a todos los ex comandantes que den la información y aporten todo lo que sepan pues "falta mucha verdad". Aceptó, igualmente, que, durante los secuestros a las víctimas se las trató cruelmente y fueron violentadas sexualmente. Luego, los demás miembros de la que fuera la cúpula, tomaron la palabra y uno por uno aceptó su responsabilidad.
El secuestro empezó privando de libertad a miembros de la fuerza pública para canjearlos por guerrilleros, pero pasó a raptar civiles, ganaderos, productores del campo, comerciantes, sin importad edad, condición o contexto.
Políticos y militares que fueron raptados para forzar intercambios por rebeldes presos escucharon la confesión e hicieron reparos por lo que consideran una "deuda de aporte a la verdad" por parte los victimarios.
Óscar Tulio Lizcano, secuestrado en 2000 cuando era un congresista conservador, exigió a sus "carceleros" esclarecer el paradero de los secuestrados desaparecidos.
"Que nos digan la verdad. Hemos perdonado, pero eso no quiere decir que no haya justicia, queremos la verdad", reclamó el exparlamentario de 75 años, que se fugó de su captores en 2008.
"Estos crímenes fueron producto de una política adoptada por el secretariado de las FARC-EP" y "cometidos de manera directa por su subordinados", expresó la magistrada Julieta Lemaitre, quien presidió la sesión.
Según el acuerdo de paz, los exguerrilleros deben reparar a los afectados y decir la verdad para evitar la cárcel. El tribunal se tomará al menos tres meses para imponer sanciones a los imputados. Si consideran que sus confesiones son insuficientes, podrían condenarlos a penas de hasta 20 años de prisión.
El miércoles se abordará la política de secuestro de las FARC con fines extorsivos y de financiamiento y el jueves, último día de audiencias, el tema central será el secuestro para ejercer control territorial.
Los cargos por "crimen de lesa humanidad de privaciones graves de libertad y crímenes de guerra de toma de rehenes" que la Sala de Reconocimiento de la JEP imputó a los ex guerrilleros en enero de 2021, provienen de la revisión y contrastación de los 17 informes recibidos por parte del Estado y de la sociedad civil, más de 1.000 observaciones de las 2.456 víctimas acreditadas, y de las versiones individuales o colectivas de miembros de la guerrilla.
Di’tú,los ex guerrilleros de la FARC enfrentando la justicia por todos sus desmadres y por otro lado un ex guerrillero del M-19 es electo Presidente de Colombia.El mundo está loco.