España entregó a EEUU a Claudia Patricia Díaz, enfermera del ex presidente Hugo Chávez y ex jefa del Tesoro de Venezuela, acusada de blanqueo de capitales y organización criminal a favor del empresario Raúl Gorrín, en una trama de cambio de moneda extranjera, reportó el portal Infobae.
De acuerdo con la reclamación del Tribunal Federal de Distrito Sur de Florida, desde 2008 a 2017, Gorrín, junto a Díaz y el marido de esta, Adrián Velásquez Figueroa, participaron con otros en un "estratagema corrupta" en relación al cambio de moneda extranjera efectuado por el régimen chavista a cambio de sobornos.
La enfermera del fallecido ex presidente Hugo Chávez tiene una cita este viernes ante un juez de West Palm Beach, a 100 kilómetros al norte de Miami, según documentos judiciales.
Díaz, que se desempeñó como tesorera del Gobierno chavista, es conocida como la enfermera del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, de quien su marido fue guardaespaldas.
En 2019 la Audiencia Nacional española rechazó extraditar a Venezuela a Díaz y a su marido, así como a un contable de la petrolera estatal PDVSA, al considerar que ponía en peligro su integridad. En noviembre de 2021, la Audiencia Nacional española aprobó la extradición a EEUU.
Claudia Patricia Díaz Guillén está acusada en su país de presuntos delitos de blanqueo de capital, asociación ilícita y malversación.
En su estrategia, Gorrín, juntos con otros, prometía, autorizaba y efectuaba pagos corruptos a funcionarios del régimen venezolano, incluidos dos tesoreros nacionales, Alejandro Andrade Cedeno y Claudia Patricia Díaz.
Para ocultar los pagos, según la documentación de las autoridades norteamericanas, Gorrín utilizó cuentas bancarias cuyos titulares eran empresas ficticias y disfrazó numerosos pagos de sobornos a Díaz haciendo los pagos a su esposo en vez de a ella directamente.
Entre 2011 y 2013 el empresario hizo pagos por sobornos de al menos 65 millones de dólares a beneficio de la reclamada a través de transferencias de cuentas de Suiza hacia Estados Unidos.
Además de los sobornos, Gorrín también compró y pagó gastos relacionados con aviones privados, yates, mansiones, caballos campeones, relojes y otros objetos de lujo.