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Perú

Castillo se distancia de la corriente procubana y reforma su gabinete con la izquierda moderada

El presidente debe lidiar con una crisis económica desconocida en Perú, ya que durante dos décadas tuvo un crecimiento económico sostenido.

Caracas
Mirtha Vásquez, presidenta del Consejo de Ministros de Perú.
Mirtha Vásquez, presidenta del Consejo de Ministros de Perú. Gestion

El maestro de izquierdas Pedro Castillo, quien tiene menos de 100 días en el cargo de presidente del Perú, ha tomado distancia de los factores procastristas, los más radicales que le apoyaron en la campaña electoral, y trata de afianzar su Gobierno en la izquierda moderada. Sin tener mayoría en el Congreso, y no contar él con una bancada legislativa propia, camina sobre el filo de la navaja.

Castillo dio un giro de 180 grados. Por un lado, le pidió la renuncia como primer ministro (jefe de Gabinete) a Guido Bellido, un abierto simpatizante de la dictadura cubana y con posiciones polémicas sobre el grupo terrorista Sendero Luminoso. Y ahora optó por designar para este cargo estratégico a Mirtha Vásquez, una activista feminista y defensora de derechos humanos, quien logró llevar la presidencia del Congreso durante el Gobierno interino de Francisco Sagasti.

"Se trata de una reconocida abogada, activista ambiental y feminista a favor de la igualdad entre mujeres y hombres", defendió el diario La República, un referente de la prensa independiente peruana, para apoyar la designación de Vásquez, de 46 años y oriunda, como Castillo, de Cajamarca, ubicada a unos 860 kilómetros al norte de Lima. Que el actual poder peruano sea ejercido por cajamarquinos simboliza también el cambio de época que vive Perú.

A fines de julio, cuando juró como presidente, Castillo designó a Bellido al frente de su primer gabinete. Desde el primer momento aquello fue motivo de fricción, tanto interna dados los roces con los ministros, como externas dada la incapacidad de este dirigente de Perú Libre para generar consensos en el estratégico espacio del Congreso.

Al forzar la salida de Bellido, Castillo en realidad marca distancia de Vladimir Cerrón."El gran derrotado ha sido Cerrón", asegura a DIARIO DE CUBA el reconocido periodista de investigación Ricardo Uceda.

Cerrón, un médico neurólogo quien públicamente abraza al marxismo, fue formado en Medicina en Cuba durante algo más de una década a partir de 1991. En la Isla realizó estudios de pre y posgrado y recibió formación ideológica en un momento álgido, ya que Cuba vivía el llamado Periodo Especial.

Cerrón tuvo un papel importante ya que su partido, Perú Libre, fue el que le dio el respaldo electoral e inscribió a Castillo como su candidato presidencial. El maestro, con amplia experiencia sindical y docente, fue el fenómeno político de este año. A escasas semanas de las elecciones nadie lo ubicaba como favorito.

"Me parece que en todos los sectores hay mensajes de alivio. Sin duda descomprime, hay menos presión en el país", asevera Uceda al comentar el clima político que se vive tras la salida de Bellido, que representa también una pérdida de influencia de Cerrón en el gabinete de Castillo.

Bellido era un dirigente político de segunda línea en el Perú profundo. Su designación, sorpresiva y polémica, estaba destinada a lograr que Cerrón (quien tiene impedimento judicial de ocupar cargos públicos) incidiera por mampuesto en las decisiones del naciente Gobierno.

Vásquez, por su parte, le ha dado un sello propio al cargo, aunque falta aún su ratificación en el pleno del Parlamento. "La Asamblea Constituyente no está como una prioridad en este momento", sostuvo el pasado 9 de octubre. La presidenta del Consejo de Ministros indicó que la prioridad del Gobierno de Castillo es la vacunación, la reactivación económica y el retorno a clases presenciales.

La Asamblea Constituyente fue una de las banderas de cambio principales que enarboló Castillo durante la campaña electoral. Sin embargo, una vez en el poder se ha topado con la política real. Ya Castillo ha dado señales de pragmatismo.

Analistas estiman que la presencia de Vásquez le dará direccionalidad al Gobierno, que efectivamente debe lidiar con una crisis económica desconocida en Perú, ya que durante dos décadas tuvo un crecimiento económico sostenido, un hecho singular en América Latina.

El Congreso de Perú está conformado por 130 legisladores. Allí, Perú Libre, el partido que abanderó a Castillo, tiene 37 votos, un número insuficiente para llevar adelante iniciativas por sí solo. Necesita el respaldo de otras fuerzas políticas.

El papel de Vásquez, quien presidió el Congreso será determinante. Lo que estará por verse es el papel que tendrán los diputados de Perú Libre. Es una incógnita si acatarán la línea procastrista de Cerrón o si se acoplaran a la gestión de Castillo encabezada por figuras moderadas de la izquierda peruana.

Entre estas figuras claves del gabinete de Castillo, junto a Vásquez, están el canciller, Óscar Maúrtua de Romaña, y el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke.

Un desafío particular para Vásquez será feminizar al propio gabinete de Castillo. Cinco mujeres, incluyendo a la ahora presidenta del Consejo de Ministros, son parte de un equipo que tiene a 13 hombres. Es un avance: el gabinete que encabezaba Bellido apenas contaba con dos mujeres.

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