Pedro Castillo, el presidente de Perú que proviene del magisterio de izquierda, ha dado otra muestra de pragmatismo. Ha nombrado como canciller a una figurada moderada, quien ya en el Gobierno de Alejandro Toledo ocupó este cargo, con lo cual apuesta a controlar la tempestad que envuelve a su gabinete que aún debe ser ratificado por el Congreso.
El estratégico cargo de ministro de Relaciones Exteriores estuvo vacante durante la mayor parte de esta semana. El 17 de agosto Héctor Béjar, quien duró menos de tres semanas en el cargo, debió presentar su renuncia tras difundirse unas antiguas declaraciones suyas en las que acusaba a la Marina de Guerra de haber iniciado el "terrorismo" en el país.
No es la primera polémica que envuelve a miembros del gabinete de Castillo ante sus posicionamientos públicos sobre lo que fue la actuación de Sendero Luminoso, grupo de orientación maoísta responsable en los años 80 e inicios de los 90 de diversos ataques terroristas.
"El terrorismo en Perú lo inició la Marina, y eso se puede demostrar históricamente", declaró en su momento Béjar, quien fue formado en Cuba en los 60 junto al "Che" Guevara. Tras una fallida incursión en 1962 con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, regresó a La Habana donde preparó hacia 1964 lo que fue otra organización guerrillera, el Ejército de Liberación Nacional.
La presión de la opinión pública y del Congreso llevaron a que Castillo sacrificara a Béjar. La ratificación legislativa de gabinete del nuevo presidente peruano está pautada para el 26 de agosto. El partido Perú Libre, que apoyó al maestro en su campaña a la presidencia, no tiene votos suficientes así que depende de alianzas y otros grupos políticos.
La periodista Jacqueline Fowks anticipa una sesión candente. En el Congreso se discutirá una moción para calificar de acto inmoral el nombramiento hecho por Castillo de Guido Bellido como primer ministro, un jefe de gabinete en funciones.
Fowks confirma a DIARIO DE CUBA que en principio no se busca destituir a Bellido o anular su designación, sino que se trata de una exhortación del Legislativo al Poder Ejecutivo para que cuide la idoneidad de los nombramientos en el alto Gobierno.
Bellido también ha generado fuertes polémicas por sus opiniones sobre el grupo maoísta Sendero Luminoso.
El nuevo primer ministro está siendo indagado por la Fiscalía peruana debido a una publicación que hizo en Facebook en 2017, en la que conmemoró la muerte de Edith Lagos, quien fue una de las cabecillas de Sendero Luminoso. Luego, en una entrevista con Inkavisión, en abril de este 2021, volvió a ratificar sus palabras señalando que todo peruano tiene derecho a expresarse.
Óscar Maúrtua de Romaña volverá a dirigir la Cancillería. Castillo nombrará a este diplomático de carrera como nuevo ministro de Relaciones Exteriores en reemplazo de Béjar. El nuevo ministro confirmó al diario El Comercio su designación.
Maúrtua, excanciller durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) y una figura moderada en el mundo político peruano, no es una persona ajena a Castillo. Fue responsable de la comisión de transferencia de la cartera de Relaciones Exteriores.
En el manejo de la economía, el presidente abiertamente de izquierda también optó por designar a una figura moderada, el profesor Pedro Francke, que calmó a los mercados y al empresariado nacional y foráneo.
"No ha pasado ni un mes de los 60 que dura el mandato del presidente Pedro Castillo y su desgaste es tan acelerado que algunos ya discuten, no tanto qué puede hacer en este periodo, sino cuándo termina", sostiene el profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta Soldevilla.
Por su parte, al comentar los datos de su estudio de opinión publica más reciente, el director de Ipsos Perú, Alfredo Torres, sostuvo que "desde que se tiene registro, nunca antes un presidente había iniciado su gestión, como Pedro Castillo, con menor aprobación (38%) que desaprobación (45%). Todos sus antecesores empezaron con una popularidad mayoritaria".
Castillo asumió como jefe de Estado hace menos de un mes, el pasado 28 de julio, tras varias semanas de tensión política dado que su adversaria electoral, la legisladora Keiko Fujimori, hizo diversas denuncias de fraude que no pudo demostrar y en algún momento dejó abierta la posibilidad de no reconocerlo como presidente.
De acuerdo con Torres, una de las razones que puede explicar la baja aprobación inicial de Castillo sería su relación con el líder de su partido Vladimir Cerrón. La mayoría cree que Cerrón toma las decisiones más importantes (40%) o que comparte el poder con Castillo (21%). Además, la mayoría piensa que el primer ministro Guido Bellido atiende instrucciones de Cerrón (57%) más que de Castillo (26%).
Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, Cerrón es un médico neurólogo quien públicamente abraza al marxismo, fue formado en Medicina en Cuba durante algo más de una década a partir de 1991. En la Isla realizó estudios de pre y posgrado y recibió formación ideológica en un momento álgido, ya que Cuba vivía el llamado Periodo Especial.
El papel no oficial de Cerrón en el Gobierno, dado que tiene una causa judicial abierta que le impide asumir cargos públicos, ha sido defendida tanto por Castillo como por Bellido, quien ocupa una posición subalterna en el partido fundado por Cerrón, Perú Libre.
Sin embargo, ambos, tanto Castillo como Bellido, aclararon por separado este 19 de agosto que las decisiones en el Gobierno las toma el presidente y no el médico marxista, cuya figura enigmática parece perjudicar más que favorecer al naciente Gobierno peruano.