Andrés Arauz, delfín del expresidente Rafael Correa, ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero sin los votos suficientes para evitar un balotaje el venidero 11 de abril. Sin embargo, el foco está puesto en el abogado indígena Yaku Pérez, quien de forma sorpresiva pasó a ser la figura principal en los comicios del pasado domingo, en Ecuador.
Si bien el primer lugar para Arauz estaba pronosticado por encuestas y analistas, la gran sorpresa es que la segunda posición no quedó en manos del exbanquero Guillermo Lasso, quien disputa la presidencia por tercera vez.
El abogado indígena Yaku Pérez, ubicado claramente en un tercer lugar en los sondeos previos, podría ser el rival de Arauz en abril. Hasta la noche del lunes (20:00 horas en Ecuador) el Consejo Nacional Electoral le otorgaba a Pérez el 19,96% de los votos y a Lasso el 19,57%. Restaban aún 1,32% de actas por procesar. Se estima que el resultado oficial podría difundirse el miércoles o jueves.
La irrupción de Pérez complejiza la segunda vuelta. Si logra disputar la presidencia con Arauz, se produciría una crítica contra el "correísmo" desde la izquierda indigenista. En caso de que Lasso acceda a la segunda vuelta deberá negociar y asumir algunas de las banderas del abogado indígena para poder remontar la diferencia que le separa de Arauz.
Asimismo, han sido unas elecciones presidenciales realizadas en el contexto de la pandemia. Leandro Querido, director de Transparencia Electoral, con sede en Buenos Aires y observador de los comicios ecuatorianos, resaltó la buena organización y transparencia del proceso.
"Las votaciones se efectuaron con medidas importantes de bioseguridad, se cumplió cabalmente el distanciamiento social. Ha sido un proceso correcto en un contexto complejo", comenta Querido a DIARIO DE CUBA.
El experto electoral destacó también que fueron unos comicios altamente observados, tanto por la sociedad civil nacional, como por la internacional y organismos especializados. "Hubo más de 300 observadores internacionales", precisa.
Si Pérez enfrenta a Arauz, en la segunda vuelta "podríamos ver una discusión poco común en las elecciones latinoamericanas, ya que va más allá de las narrativas superficiales de izquierda y derecha y, en cambio, se enfoca en temas sustanciales como el extractivismo, los derechos indígenas y la corrupción", opina Geoff Ramsey, analista de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA).
Carlos Ranulfo Pérez, nacido en 1969, ha sido un consecuente activista por el medio ambiente. En 2017 cambió su nombre y se registró como Yaku, "agua de monte" en lengua quichua. La defensa de este recurso natural y la lucha contra la minería vertebran gran parte de su discurso, que es profundamente anticorreísta.
Rafael Correa, quien fue presidente de Ecuador durante una década (2007-2017), ha sido la figura sombra de esta campaña electoral. Impedido por los tribunales de ser candidato a vicepresidente junto a Arauz, dado que es prófugo de la justicia, desde su residencia en Bélgica Correa ha estado presente de muchas formas en esta campaña. Desde el anticorreísmo de Lasso, con posiciones más conservadores, y Pérez, desde la izquierda, hasta una serie de investigaciones que dejaron al descubierto en los últimos meses varias tramas de corrupción en las que habría estado envuelto el ex presidente.
Arauz esquivó en diversos momentos una pregunta frecuente de la prensa: ¿regresará Correa y será indultado en caso de que su delfín político alcance la jefatura de Estado?
Para Daniel Zovatto, director para América Latina del instituto IDEA internacional y reconocido experto electoral, las votaciones del 7 de febrero dejaron al descubierto una consolidación de la izquierda en Ecuador.
Además de los candidatos ya mencionados, Zovatto menciona como otro significativo que el cuarto lugar, "sorpresivamente" haya sido para Xavier Hervas, del Partido Izquierda Democrática, que obtuvo 16% de los votos.
"Si Yaku Pérez pasa al balotaje le complica la estrategia a Arauz, que pensaba polarizar con Guillermo Lasso", sentencia.
En una segunda vuelta, claramente el anticorreísmo será una bandera de unos y otros, pero habrá que ver cómo se logra un eventual frente común que haga crecer bien sea a la opción de Pérez o la de Lasso. Los analistas estiman que Arauz ya alcanzó su techo de apoyo.
Los sectores urbanos de la clase media de ciudades como Quito y Guayaquil, según comentan analistas, son claramente contrarios a que un aliado de Correa regrese al poder, pero al mismo tiempo observan con recelo la posibilidad de un presidente indígena candidato del Pachakutik, dado que este movimiento propició desordenes y movilizaciones que envolvieron la caída de varios presidentes a fines del siglo XX.
El hombre latinoamericano es el unico animal que tropieza dos, tres y mil veces, con la misma piedra. Pobre Ecuador. Si Yaku va a la segunda vuelta, cualquiera que gane será de izquierda, o sea, un gobierno aliado de la dictadura castrista. Pobre Ecuador. Y si va Lasso a la segunda vuelta perderá sin remedio pues los izquierdistas nunca votan por un derechista. Pobre Ecuador
Juan tienes razón, pero no podemos olvidar a huevo morado ( Evo) es indígena y salió peor que Chávez. Está jodido Ecuador.
Se jodieron los ecuatorianos si gana el candidato de Correa. Habrá más robo y la modificación de la constitución para quedarse en el poder. El humano es el más ingenuo de todos los animales en esta tierra.