El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, anunció el lunes que representantes del Tribunal Constitucional trabajan en una versión "renovada" de la Constitución que podría descentralizar el poder en el país, sumido en protestas desde las controvertidas elecciones presidenciales del 9 de agosto.
"Ahora tenemos a especialistas, entre los cuales hay jueces del Tribunal Constitucional, trabajando en los cambios a la Ley Fundamental del país. Después, el proyecto de la Constitución renovada será puesto a debate público", añadió Lukashenko, según un reporte de la agencia Belta, del que EFE se hizo eco.
El mandatario admitió, tras reunirse con el presidente del Tribunal Supremo, Valentin Sukalo, que el sistema existente en Bielorrusia es "algo autoritario" y, aunque defendió el modelo presidencialista, se mostró dispuesto a ceder autoridad a otros poderes del Estado.
"Hay que lograr que el sistema no esté ligado a ninguna personalidad, incluido a Lukashenko", agregó.
No es la primera vez que el presidente habla de ceder parte de su poder, algo que ha sido recibido con incredulidad por la oposición.
María Kolésnikova, miembro de la directiva del Consejo de Coordinación opositor de traspaso pacífico del poder, estimó el pasado sábado que estas declaraciones no son más que un intento de manipulación de la sociedad.
"Ahora resulta inimaginable que el presidente realmente esté interesado en que los mandatos se limiten a dos plazos y se incremente la autoridad del Parlamento, porque en este caso habría la posibilidad de un proceso de impugnación", algo que teme el mandatario, afirmó.
La oposición defiende el retorno del país a la Constitución de 1994, año en que Lukashenko, un antiguo jefe de una cooperativa agrícola, llegó al poder.
Pero Lukashenko se opone categóricamente, y lo consideró "una vuelta atrás".
"Serán cambios, pero no significan un avance", alertó Kolésnilova.
La propuesta de cambios constitucionales de Lukashenko ha sido aplaudida en cambio por Vladimir Putin, pero la oposición bielorrusa insistió en la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, a las que podría presentarse el propio Lukashenko.
Los países bálticos incluyen a Lukashenko en sus sanciones contra Bielorrusia
Las repúblicas bálticas de Letonia, Lituania y Estonia han incluido al presidente de Bielorrusia en la lista de personas a las que se declara "no gratas", como responsables del fraude electoral y la posterior represión de las protestas pacíficas opositoras.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, comunicó esta decisión, adoptada en consenso con los países vecinos.
El ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, confirmó esta iniciativa en su cuenta en Twitter, donde explicitó la lista de las 30 personas a las que se declara "no gratas", entre ellos el presidente Lukashenko.
Los titulares de Exteriores de la Unión Europea anunciaron en su reunión informal del pasado viernes en Berlín una serie de sanciones contra ciudadanos bielorrusos por su responsabilidad en el fraude electoral de las pasadas presidenciales.
Los países bálticos expresaron ya su aspiración a unas sanciones más duras en esa reunión, celebraba dentro del semestre de turno de la presidencia alemana comunitaria y presidida por el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, y Borrell, anunciaron al final de las sesiones el consenso alcanzado para dirigir esas sanciones contra altos funcionarios responsables del fraude electoral y de la represión de las protestas opositoras pacíficas.