La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado a médicos y especialistas a participar urgentemente en la recolección de información sobre una rara enfermedad que afecta a niños supuestamente infestados con el Covid-19 —aunque aparentemente hayan sido asintomáticos—. Los primeros casos de este padecimiento a estudiar se han detectado en países de Europa y EEUU, sin embargo se supone exista en el resto del mundo. No parece afectar a la mayoría de los pacientes expuestos al coronavirus, por lo que su presencia se considera más bien "rara", pero puede llevar al niño o adolescente que lo tenga a una sala de cuidados intensivos y, en algunas ocasiones, a la muerte si no se le trata debidamente.
La dolencia ha sido bautizada como "síndrome inflamatorio polisistémico pediátrico" (PMIS por su siglas en inglés) y los especialistas la asemejan a la enfermedad de Kawasaki en su forma —un raro padecimiento infantil que inflama los vasos sanguíneos— y al síndrome del shock tóxico, donde el cuerpo reacciona a una intoxicación bacteriana.
No ha sido científicamente probada aún su relación directa con el Covid-19, pero es el antecedente común que tiene la mayoría de los niños y adolescentes que de súbito han acudido a las salas de urgencia con el extraño síndrome. Los resultados negativos al Covid-19, por otra parte —aclararon especialistas a The New York Times—, pueden deberse a fallos en los test de anticuerpos, que no son muy confiables.
Un estudio publicado por la revista británica de The Lancet, pionera en dar la voz de alarma, y especialistas de la ciudad de Nueva York (donde han ocurrido más de 100 casos ya) interrogados por The New York Times, coinciden en advertir que los síntomas principales del padecimiento son: fiebre persistente por encima de 38 grados, gran dolor abdominal acompañado de vómitos y diarreas "lo suficientemente severas como para preocupar a los padres".
En algunos casos el dolor ha sido confundido con una apendicitis debido a su intensidad. Muchos pacientes desarrollan además una erupción rojiza frecuente en manos, antebrazos y pecho —aunque puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo— y cuando se ejerce presión sobre el área, se vuelve blanca o desaparece, para reaparecer de nuevo cuando se detiene la presión. La erupción es notable y por lo general difusa.
También se han observado ojos rojos "tipo conjuntivitis" en niños afectados, labios cuarteados, lengua ulcerada y pueden quejarse de dolor muscular y no querer caminar. Pero estos síntomas no son tan comunes como la fiebre y el dolor abdominal. Algunos síntomas pueden ir y venir con considerable rapidez. La revista The Lancet especifica que los problemas respiratorios no se incluyen en el síndrome directamente, aunque algunos niños y adolescentes han requerido de ventilación mecánica para su estabilización cardiovascular.
Para aquellos pacientes que han requerido hospitalización, el tratamiento generalmente ha sido de apoyo para aliviar los síntomas: se trata de reducir la fiebre, darle fluidos para mantener la hidratación, medicamentos para aumentar la presión arterial —si esta cae—, y esteroides u otros medicamentos para bajar la inflamación. Normalmente, aclaran los especialistas, la mayoría de los niños que se recuperan y regresan a casa lo hacen con seguimiento por tratarse de una nueva enfermedad.
En Cuba, el periódico Granma se ha hecho eco de la convocatoria de la OMS a indagar sobre el síndrome, y en reciente conferencia de prensa Radio Reloj ha preguntado al Dr. Francisco Durán sobre la existencia del síndrome "respiratorio" [sic] informado por la OMS en la Isla. El Dr. Durán respondió que no se ha detectado aún el síndrome inflamatorio, pero entre los síntomas de la enfermedad repitió también la presencia de un cuadro respiratorio, neumonía, etc., lo cual no se corresponde exactamente a lo publicado sobre el caso.
Otro regalito de China