Colombia vive desde el 21 de noviembre una ola de protestas masivas en las calles de sus principales ciudades. Este lunes 25 el presidente Iván Duque sostendrá reuniones con líderes de la sociedad civil en un intento por bajarles presión a las manifestaciones, pero ha eludido reunirse directamente con los convocantes de las movilizaciones.
A 15 meses de asumir como presidente de Colombia, Duque enfrenta en este momento su más duro desafío político. En tres claves tratamos de explicar el contexto colombiano.
¿Por qué se generó la ola de protestas?
En el caso de Colombia, a diferencia de Chile, no hubo inicialmente una protesta espontánea o inesperada. Con bastante antelación fue organizado y preparado el paro nacional del 21 de noviembre. Lo que sí sorprendió fue la capacidad de respuesta y su ramificación por las principales ciudades del país, más allá de Bogotá, la capital.
El llamado a paro nacional se sustentó en denunciar las intenciones de Duque de modificar el sistema de seguridad social y pensiones; en pedir más presupuesto para las universidades; en pedir que se detenga la ola de asesinatos de líderes sociales y campesinos, y en no abandonar el proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
La diversidad de demandas terminó convirtiendo a la protesta del 21 de noviembre en un manifestación policlasista, que aglutinó el descontento contra Duque y el malestar social en Colombia.
Las protestas pacíficas en su gran mayoría, han tenido expresiones de violencia que, hasta ahora, no se ha expandido.
De acuerdo con sus convocantes, un millón de personas se movilizó el 21 de noviembre. Según las autoridades, solo fueron 250.000 personas. En todo caso, se produjeron manifestaciones en varias ciudades y esto constituye un hecho inédito en la historia reciente de Colombia.
¿De qué manera podrá responder el gobierno a las demandas?
También a diferencia de Chile, en donde el Gobierno de Sebastián Piñera tardó en reconocer el carácter de malestar social que envolvía a las protestas, en el caso de Colombia Duque llamó de inmediato a un diálogo político al que ha llamado "Conversación Nacional".
Incluso, para tomar la iniciativa, adelantó la primera jornada de diálogo, prevista para el miércoles 27 y la realizó el domingo 24 con alcaldes y gobernadores electos en los comicios del 27 de octubre. En dichas elecciones quedó en evidencia un voto de castigo para el partido de Duque y del expresidente Álvaro Uribe, Centro Democrático.
La crítica que se le ha hecho a Duque es que no llamó a dialogar a los convocantes del paro nacional del 21 de noviembre. Tampoco hay claridad en qué resultados concretos saldrán de estas rondas de encuentros entre Duque y otros líderes políticos y sociales.
Por otro lado, Duque ha manifestado su intención de debatir y discutir los diferentes temas que gravitan en torno a las protestas. Lo hará, sin embargo, desde una posición de debilidad ya que las encuestas reflejan que su figura tiene un rechazo de 69% entre los colombianos.
¿Y ahora qué sigue?
No hay una fecha formal para una nueva protesta nacional concertada en Colombia, que pueda ser similar a la del 21 de noviembre. Las manifestaciones de calle han continuado en los días posteriores y además se han sumado unos hasta ahora desconocidos cacerolazos contra Duque, principalmente en Bogotá.
Los próximos días, con los resultados fácticos de las conversaciones convocadas por Duque, serán determinantes para el rumbo que pueda tomar la situación colombiana. La propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, si bien no tiene consenso en este momento, ya fue puesta en la mesa por uno de los voceros opositores a los que convocó Duque.
En buena medida, el rol que termine jugando Duque será el que marcará el futuro inmediato de Colombia.
¡¿LA CLAVE...?! CUBA Y SU APARATO DE INTELIGENCIA financiado por Venezuela. TODO, ABSOLUTAMENTE TODO EL ''MALESTAR POR LO QUE SEA'' EN LATINOAMÉRICA proviene de las estructuras que FORJAN , dirigen, adiestran y supervisan TODO MOVIMIENTO que atente a los gobiernos democráticos en la América. Mucha maldad antidemocrática de ese bando de viejos -y no tan viejos- MAFIOSOS que desgracian a la América desde La Habana. Lo demás es pura retórica y demagogia que actúa como canto de sirenas para ver para otra parte. Es más ''cómodo".
"El llamado a paro nacional se sustentó en denunciar las intenciones de Duque de modificar el sistema de seguridad social y pensiones"
Lo primero que quisiera que me dijeran es: ¿En que momento Duque dijo que iba a hacer eso? Bastaría una sola cita.
Que raro que todas estas protestas empezaron despues de la ultima reunion de la izquierda antimperialista en la habana. Muy raro.