La India fracasó en su intento por convertirse en la cuarta nación en dirigir una misión a la Luna, cuando este viernes su sonda espacial no consiguió alunizar.
El resultado de la misión pareció claro cuando el presidente del país, Narendra Modi, abandonó la sala de control con cara de decepción. Acabó rezando y firmando autógrafos a estudiantes, reportó el diario español El País.
Después de superar la fase de frenado y acercamiento al lugar de llegada, el módulo de aterrizaje Vikram tenía que afinar su velocidad para posarse con suavidad sobre la superficie del satélite. A dos kilómetros de altitud, se perdió la comunicación con la sonda. Las hipótesis ahora son muchas, pero deberán pasar horas o días hasta que se pueda realizar una evaluación sobre qué sucedió en esos minutos críticos.
El módulo de alunizaje, bautizado como Vikram en honor al padre del programa espacial indio Vikram Sarabhai, fallecido en 1971, se separó del módulo orbital de la misión Chandrayaan 2 el pasado lunes. El éxito en esa delicada maniobra ya mostró los avances del programa espacial indio, pero el siguiente paso no confirmó la capacidad del país asiático como potencia espacial.
Originalmente, esta misión se planificó de forma conjunta con Rusia, que aportaría su experiencia y su tecnología en varios aspectos clave. Sin embargo, tras el fracaso en 2011 de la misión Phobos-Grunt, que debía explorar el satélite marciano Fobos y acabó atrapado en órbita terrestre a poco más de 300 kilómetros de altitud, los rusos se retiraron del proyecto. El contratiempo supuso un retraso en el calendario inicial, pero la agencia espacial india (ISRO) siguió adelante con su propia tecnología.
La misión Chandrayaan 2 es la continuación de la Chandrayaan 1, que llegó a la órbita lunar en 2008. Aquella sonda recogió imágenes infrarrojas, de rayos X y del espectro visible durante 312 días y realizó un mapa de la topografía lunar y de sus características químicas.
En esta segunda ocasión, Vikram debía alunizar en una llanura cercana al polo sur de la luna, de interés científico, entre otras cosas, porque es probable que allí se pueda encontrar agua en forma de hielo. Para analizar la zona, además del módulo de aterrizaje la misión contaba con un pequeño rover que habría debido recorrer hasta medio kilómetro por la superficie lunar. El vehículo, destrozado ahora sobre la superficie lunar, se llamaba Pragyan (sabiduría, en sánscrito).
Aunque Chandrayaan 2 incorporaba diversos instrumentos científicos para estudiar la Luna, el principal objetivo consistía en probar que la agencia espacial india tenía la capacidad para completar una misión en la que una nave se posa suavemente sobre otro mundo y podía hacer funcionar un rover cargado de instrumentos científicos.
En enero de este año, China hizo aterrizar Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna, convirtiéndose en el primer país del mundo en lograrlo. En abril, Israel, con la sonda Beresheet, la primera misión de este tipo impulsada por inversores privados, intentó convertirse en el cuarto país en colocar una máquina sobre el satélite, por detrás de Estados Unidos, Rusia y China, pero un fallo en el motor principal del artefacto hizo que la misión acabara estrellándose.