Brasil se convirtió en el segundo país sudamericano que adquiere la condición de aliado preferencial extra OTAN de Estados Unidos. Es la primera decisión de este tipo que toma la administración de Donald Trump, y abre la puerta a la consolidación de una alianza entre Brasilia y Washington que podría tener efectos en la región.
A partir de 1989, un total de 17 países han sido incluidos por diferentes gobiernos de Estados Unidos. Argentina, desde 1998, con el gobierno de Bill Clinton, era el único país de la región en la lista.
Este 31 de julio Washington aprovechó para dar a conocer la decisión de incorporar a Brasil, en un claro gesto de respaldo al Gobierno de Jair Bolsonaro. El anuncio se hizo en el marco de la gira sudamericana del secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.
Ross, además, aprovechó para dejar sobre el tapete la posibilidad de un tratado de libre comercio entre Brasil y Estados Unidos, un asunto que al parecer Bolsonaro tendría mayor interés en impulsar que el convenio entre Mercosur (Uruguay, Brasil, Argentina y Paraguay) y la Unión Europea, recientemente celebrado especialmente por la administración de Mauricio Macri.
"Esta designación habla sobre todo de la afinidad de intereses internacionales, a partir de las cuales el Gobierno de Estados Unidos ofrece ventajas financieras, tecnológicas, de investigación y desarrollo, y de asistencia en defensa, así como acceso a armamento y equipos militares", comenta desde Caracas a DIARIO DE CUBA la académica venezolana Elsa Cardozo, ex directora de la Maestría en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Cardozo, asimismo ex directora de la Escuela de Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana, aclara que el ingreso de Brasil a la lista preferente de Washington "no supone compromisos de defensa mutua como los de un acuerdo de seguridad colectiva (como la OTAN)".
Por su parte, Andrei Serbin Pont, desde Buenos Aires, indica a DIARIO DE CUBA que se ha abierto una puerta para que Brasil pueda "acceder a equipamiento militar, especialmente al que está siendo desincorporado de las fuerzas norteamericanas. Ahora Brasil tendrá prioridad de acceso".
Serbin Pont, analista internacional y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Argentina, no está seguro de que más allá de lo mencionado habrá aspectos prácticos que tengan impacto en la región. Pero sin duda, a su juicio, estamos ante una demostración del "creciente acercamiento entre Brasilia y Washington".
Fundada en 1949, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una entidad hija de la Guerra Fría. Estados Unidos, junto a sus aliados de Europa Occidental, formalizaron un pacto que implicara una defensa mutua ante eventuales agresiones de la hoy extinta Unión Soviética o de países del bloque socialista de Europa del Este. En la actualidad, tiene 29 miembros y ninguno de América Latina ni del Atlántico Sur.
Sus integrantes pueden, "por acuerdo unánime, invitar a ingresar a cualquier Estado europeo", de acuerdo con el artículo 10 del Tratado, por lo que países de otros continentes quedan excluidos. Sin embargo, desde 2018, en las últimas acciones del entonces presidente Juan Manuel Santos, Colombia se convirtió en el único socio global de la OTAN en América Latina.
Para Serbin Pont, el cambio que posiblemente se registre sea en el comercio de armas: "en la práctica, probablemente implicará que algunas empresas norteamericanas tengan mayor acceso al mercado brasileño, que es un mercado importante".
Elsa Cardozo remarca la afinidad entre Bolsonaro y Trump, que tiene de trasfondo este estatus de aliado preferencial extra OTAN. Hay un "ostensible acercamiento del presidente Bolsonaro y su identificación con intereses y políticas de Washington".
Un punto en común en la agenda internacional de ambos países es la crisis venezolana. Brasil, tras Estados Unidos, fue el segundo país que reconoció como jefe de Estado interino al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, el mismo 23 de enero, cuando éste se proclamó y denunció que Nicolás Maduro había usurpado la presidencia.
Bolsonaro, por su parte, no escatima elogios hacia Trump, a quien abiertamente dice admirar. Un aspecto que reforzará la cercanía entre ambos mandatarios será la designación de Eduardo Bolsonaro como embajador de Brasil en Estados Unidos. Se trata del hijo del mandatario y su postulación aún debe ser aprobada por el Congreso de Brasil.
Eduardo Bolsonaro fue el diputado federal más votado en las elecciones legislativas de octubre. Este 28 de julio, Donald Trump manifestó su apoyo y negó que se trate de un caso de nepotismo. "Creo que su hijo es excelente. Yo conozco a su hijo y probablemente es por eso por lo que lo han hecho", aseguró Trump.