La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos pide la disolución de ese cuerpo policial. Las organizaciones venezolanas lo catalogan de "grupo de exterminio". Las estadísticas confirman que se trata del cuerpo represivo con mayor número de ejecuciones extrajudiciales… Se trata de las FAES, una división policial a la cual Nicolás Maduro ha respaldado, haciendo oídos sordos de todo lo anterior.
Creadas en 2017, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana pasaron a tener notable relevancia en las violaciones a los derechos humanos en el último año. La organización de derechos humanos más antigua del país, Provea, catalogó en junio de 2018 a las FAES como "un grupo de exterminio".
Marino Alvarado, vocero de Provea, señaló entonces que las FAES estaban dedicadas a "operaciones selectivas de exterminio", principalmente en los sectores populares. "Exhortamos al defensor del pueblo a que alce la voz frente a esta actuación de las FAES, exhortamos al Ministerio Público a que investigue la actuación de este organismo especial", dijo en su momento.
Un año después, la alta comisionada Michelle Bachelet refrendó las denuncias que venían haciendo las organizaciones venezolanas de derechos humanos.
"Las FAES, una unidad de respuesta rápida (…) para combatir el crimen organizado, han sido presuntamente responsables de numerosas ejecuciones extrajudiciales en operaciones de seguridad", asentó el contundente informe de Bachelet dado a conocer el pasado 4 de julio y presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La lista de recomendaciones dadas por Bachelet al régimen de Nicolás Maduro, incluye en primer término la petición de que disuelva las FAES. El 5 de julio, un día después del informe de la alta comisionada, Maduro incluyó a policías de este cuerpo en el desfile militar por la fiesta patria de independencia, un hecho sin precedentes.
Para remarcar su apoyo a este cuerpo represivo, Maduro dio vivas a las FAES en un acto público en honor a la Policía Nacional Bolivariana, el pasado 17 de julio. "Todo el apoyo para las FAES en su labor diaria para darle seguridad al pueblo de Venezuela, ¡que viva el FAES!", fueron las palabras textuales de Maduro.
Luis Izquiel, abogado penalista y experto criminólogo, asegura a DIARIO DE CUBA que "el respaldo de Maduro es una forma de complicidad con estas acciones que comenten las FAES".
Izquiel recuerda que desde su creación en 2017, las FAES han pasado a ser el cuerpo más represivo en el país.
El experto precisa que este cuerpo policial actúa contra la población más vulnerable, la mayoría de sus víctimas son hombres, jóvenes, trigueños, habitantes de barriadas populares. "Es tal el nivel de tropelías por parte de estos individuos que en las viviendas humildes se roban hasta la comida de las neveras (refrigeradores)" en los allanamientos, denuncia Izquiel.
Al Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos "le preocupa" que el régimen de Maduro pueda "estar utilizando a las FAES y a otras fuerzas de seguridad como instrumento para infundir miedo a la población y mantener el control social". Así lo señala explícitamente el informe de Bachelet.
Dada la falta de actuación de los órganos de justicia en Venezuela para ponerle un coto a la ola represiva que lleva Maduro, con más de 5.000 asesinatos —por parte de uniformados— de personas que presuntamente hicieron "resistencia a la autoridad" en 2018, Izquiel considera que el camino no será otro que la justicia internacional.
A su juicio, este caso emblemático y sincronizado de que Maduro haya respaldado de forma tan abierta a las FAES tras lo señalado de manera documentada por el informe de Bachelet, puede constituirse en elemento para enjuiciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI).
En enero de este año las FAES rodearon la vivienda del presidente del parlamento, Juan Guaidó, reconocido como jefe de Estado interino por más de 50 países, pero la rápida denuncia del hecho por parte del líder político desactivó la amenaza.